Michael Volker Kopa fue mi maestro. Me enseñó el oficio. Porque esto de la foto de prensa, romanticismos aparte, es un oficio. Corría el año 93 (parezco un abuelete) y yo dejaba el snack bar donde trabajaba en Melide, en el que tenía que llevar una especie de corbatín truncado con una perlita de adorno, para hacer prácticas de fotografía en Vilagarcía. En aquella época lo hacíamos todo en blanco y negro. No como ahora que es todo digital y puedes volcar cien fotos en un par de minutos. No había turistas tropezando aturdidos con cámaras digitales separadas medio metro de sus ojos. Teníamos que revelar el negativo y copiar en papel las fotos que luego se escaneban. Naturalmente no se copiaban cien fotos sino una o dos. Nunca más de cinco. Había que seleccionar y por ahí empiezan los problemas para un fotógrafo inexperto o inseguro. Kopa, inflexible y bastante alemán, siempre me decía que el trabajo del fotógrafo no acaba en la toma de la foto sino en la selección final del trabajo. Me obligaba a elegir a mí. Me enseñó el oficio. Hoy Kopa demuestra una vez más sus grandes dotes para el retrato. Aunque el tema sea descarnado y bastante sangrante. Pero esa es otra historia.
La verdad es que la historia es de esas que te dejan atónito..
Enhorabuena por el blog.
Cuando inicie mis estudios de fotografía mi sueño era convertirme en fotógrafo-artista. Quería ser osado como Toscani, glamuroso como Newton e inextricable como Man Ray. Hasta que empecé a trabajar en prensa. Entonces mi perspectiva cambió. El poder sintetizar una noticia en una imagen me fascinó y me enganchó para siempre.
Han pasado unos cuantos años y todavía siento el subidón de adrenalina cuando se que he hecho LA FOTO, entonces ya no necesitas disparar mas, sabes que dentro de la cámara tienes la imagen que lo explica todo y no hay nada más que decir. Siempre que me ocurre esto me doy cuenta de que he acertado al escoger esta profesión.
Aunque, a veces, supongo que por el devenir de los años, me da una especie de síndrome de Diógenes fotográfico: tiro cien fotos de un mismo tema y archivo cincuenta, “por si acaso”. Entonces me cabreo y me frustro pues sólo hay dos motivos para que me pase esto: o no he conseguido hacer una buena foto o me estoy volviendo cada vez mas inseguro.
Entonces me fijo en Kopa que es un maestro en eso de articular el lenguaje visual en la foto de prensa y recuerdo que yo siempre me esforcé por aprender ese mismo idioma. Y sobre todo, que Kopa se ríe de Diógenes.