La Voz de Galicia
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A vuelapluma

Acababa de terminar el partido final de la Copa y uno de los analistas de la televisión se aplicaba a su tarea: «Ahora, a vuelapluma, pensamos…». Con ello ponía sobre el tapete el problema de qué se puede hacer a vuelapluma (la Academia prefiere a vuela pluma) más allá de escribir.
Los romanos ya empleaban calamo currente (‘al correr de la pluma’) para indicar que algo se escribía rápidamente, sin pararse a meditar. En español se usa a vuelapluma desde la segunda mitad del XIX. La expresión es sugerente: la pluma recorre ligera y veloz el papel. Su significado, casi literal: dicho de la forma de escribir, ‘apresuradamente, sin reflexión’. El problema está en aplicar el sintagma adverbial a algo distinto de escribir o lo que sea que se pueda hacer con la pluma, sea esta cálamo, péndola o péñola, plumilla o estilográfica. No hay dificultad en escribir a … Seguir leyendo

Keynesianos

El debate sobre las posibles soluciones a la crisis que nos agobia ha hecho volver muchas miradas hacia John Maynard Keynes y sus teorías y propuestas de estímulo de la economía. Del apellido del célebre economistas británico han surgido varias palabras en español. Keynesianismo y keynesiano son las principales, aunque también se emplean keynesianista, keynesismo y keynesista. En todos los casos se plantea el problema de cómo representar en el interior de sustantivos y adjetivos españoles el fonema /i/ procedente de un nombre o un sintagma con y. Como norma, la ortografía española rechaza representarlo con y (dieciocho, no diezyocho; vaivén, no vayvén).
Un caso frecuente son los plurales de voces terminadas en y formados con la adición de -s: gay, gais; espray, espráis (otra cosa es el de los plurales formados con -es: rey, reyes; buey, bueyes).
Pero la norma tiene muchas excepciones. La … Seguir leyendo

Su pierna y su esposa

La noticia es sobrecogedora: «El Juli tendrá una larga recuperación por la cornada en su pierna». Ya fuera de peligro el diestro, lo que perturba es el empleo del posesivo su donde solo debió ponerse una venda, es decir, en la pierna del diestro. Porque emplearlo aquí constituye pleonasmo, pero no la figura retórica que enfatiza el discurso, sino la redundancia viciosa de palabras. Porque no hace falta explicitar que se trata de su pierna para que el lector sepa que la extremidad herida es del Juli. Si el cronista hubiese escrito «El Juli tendrá una larga recuperación por la cornada en la pierna», quedaría igualmente claro que el remo era suyo y no del picador o de un banderillero de su cuadrilla.
Ese inelegante su pierna es el pan nuestro de cada día. Si el lector se toma la molestia de preguntarle al tío Google por el sintagma en … Seguir leyendo

El relato

Unas declaraciones del presidente de la Xunta han dejado descolocado a más de uno: «¿Pero usted me pregunta si le falta relato al Gobierno? En mi opinión, sí, le falta. Es muy difícil en una época de crisis como esta hacer un relato. Los políticos nos quejamos siempre de lo mismo, de que no nos entienden».
Hasta el pasado lunes, relato tenía para nosotros dos significados: ‘Conocimiento que se da, generalmente detallado, de un hecho’ (Nos hizo un relato de su viaje a las Azores) y ‘Narración, cuento’ (Disfruta con los relatos de Truman Capote). A raíz de las palabras del jefe del Gobierno gallego nos enteramos —¿en qué mundo vivíamos hasta entonces?— de que relato es una palabra de moda que se emplea con varios sentidos nuevos. El primero, deducible de la cita del principio, es el de ‘comunicación’, ‘buena comunicación’ o ‘estrategia de comunicación’. Así, hemos de suponer … Seguir leyendo