En noviembre de 2008 creé mi cuenta en servicio de red social de Facebook. Hace relativamente poco tiempo si hablamos de tiempo 1.0, pero ya es un vagaje interesante si lo medimos en tiempo tecnológico, o tiempo 2.0.
En aquellos principios vi Facebook como una aplicación interesante en la que la interacción podía aportar mucho una vez metido en ambiente; poco después, muy poco después decidí que aquello no era para mi, que con un blog como el que estás leyendo y una cuenta de usuario en la red social de los 14o caracteres (Twitter), era más que suficiente.
Ahora, con la llegada del Apple iPad vuelvo, cual veleta, a cambiar el sentido de mi opinión, he vuelto a ajustar los parámetros de mi cuenta en Facebook y la veo de «otra manera»; creo que esto es la clave del éxito de que la sigas utilizando o la envíes directamente al más duro de los abandonos, un buen ajuste de los parámetros de seguridad y una buena implementación del resto de redes sociales o sitios de publicación web que estés utilizando.
Sea como sea, la experiencia de uso de Facebook en el iPad es totalmente diferente a la de uso en un ordenador fijo, a la de la utilización con un dispositivo móvil como una Palm o un iPhone e incluso diferente a la que realizas con un portátil, que sería la experiencia más parecida. La diferencia está en tu mano, no es una frase echa, es simplemente que el tener al alcance de tus dedos cada uno de los botones y pestaña, si bien la navegación en Facebook siempre ha sido muh ágil, se torna realmente veloz e interesante la circulación por los perfiles, las fotografías y los muros de tus «amigos 2.0».
Una vez más se está demostrando que un equipo hardware puede hacer que veamos una aplicación (software) de manera totalmente diferente a como lo veníamos haciendo. A ver si el tal Steve Jobs va a estar en lo cierto con su afirmación de que el iPad ha venido a mostrar una nueva forma de hacer las cosas que ya estabamos haciendo…
Saludos
David Serantes