El señor James Kendrick, de JK on the run, acaba de publicar un interesante artículo en el que plantea su reflexión a cerca de la compra de un MacBook Air frente a la de un MacBook de los de la nueva hornada.
Estoy completamente de acuerdo en su afirmación: NO entiende por qué alguien compraría un MacBook Air antes que un MacBook y lo justifica en base a las características de sendos equipos y al precio, mucho mayor para el MacBook Air.
Sin embargo yo acabo de comprarme un MacBook Air, con truco claro…este es de segunda mano. Una segunda mano que casi no se nota al ser un equipo de finales de junio de 2008 y estar im-pe-ca-ble. Creo que no lo compraría nuevo frente a un MacBook, pero me gusta mucho más que el MacBook por el precio al que lo he conseguido.
Mi recomendación es la misma que la de James, compra antes un MacBook de los nuevos que un MacBook Air, pero eso sí, si los encuentras de precios similares, piensa qué vas a hacer con el equipo y dale una oportunidad al Air.
Sin embargo, con un MacBook de los nuevos no podría jamás cortar mi «bocata» en dos pedazos; algo de lo que se ha olvidado el editor de JKOntherun y que sí han hecho en este enlace del que proviene la foto.
Saludos
David Serantes
¡Hola!
Pues me parece que el autor de ese artículo se ha columpiado un poco.
En el ámbito doméstico yo veo dos claras opciones:
1) Un sobremesa que se pasa encendido la mayor parte del tiempo, que hace desde servidor hasta desktop con uno o más pantallones de veintantas pulgadas + un ultraportátil para la calle y algún momento de relax en el sofá de casa.
2) Un portátil 13″-15″ que igual hace de sobremesa encima de su dockingstation que de ultra-rechoncho-portátil encima de las rodillas en el sofá. Y que sale a la calle sólo en las ocasiones en que es realmente necesario.
Esta claro que la segunda opción debe ser como 3 ó 4 veces más barata (no $200 como puede hacernos pensar el artículo), pero no creo que todo el mundo quepa en ella.
Ah…,y al hilo de esto, alguien me podría explicar que tiene de bueno el aluminio. Estoy pez en materiales, pero recuerdo que que en tecnología punta donde a mitad de siglo pasado iba el aluminio (en algunos casos antes incluso la madera) a finales iba la fibra de carbono y más adelante el titanio. No sé si el titanio ya ha llegado a los portátiles, pero el la fibra de carbono desde luego que si (o al menos eso reza en las especificaciones de mi vaio TX del 06).
Saludos.
PD: Aunque tratándose de Apple no sé si mi opinión tiene algún valor, que todavía tengo pendiente un doctorado en sociología que supongo me permitirá entender ese fenómeno.
¡Hola!
Que casualidad, acabo de leer la columna de tecnología de Amstel en El Confidencial y trata justo de un rumor sobre la posible mejora del MBA poniéndole una carcasa de fibra de carbono.
Saludos.
chusquete, ni idea de lo de la fibra de carbono o el titanio, pero el tacto que emite el MacBook Air no lo he tocado en ningún otro equipo. A ver si va a ser que necesito toca muchos más 😉
De las opciones que propones me quedo con la primera sin duda, pero con una modificación y es que yo el «fijo» no lo necesito para nada más que para hacer de servidor, pues trato de no hacer más tareas en casa que las necesrias con el portátil «de sofá» que tú comentas o como mucho alguna hora extra gratuita con el portátil del trabajo.
Saludos
David Serantes
¡Hola!
Pero David, aquí no se trata de un problema de tacto. Si fuera así no creo que un metal tampoco fuera la mejor opción (creo recordar que eres aficionado a los artículos de escritura).
Ya he dicho que de materiales no sé nada. De todas formas a un químico como tu supongo que deben hacerle gracia las vueltas que tiene que dar el marketing para evitar por todos los medios el denostado término plástico en favor de otros como «polímero», «resina», «sintético»…
Cuando escribí el anterior comentario tenía en la cabeza la evolución de mis raquetas de tenis, aunque creo que los bicicleteros son todavía más «histéricos» con esos asuntos.
Cada material tiene unas propiedades distintas que lo hacen más conveniente para uno y otro contexto. No obstante, el uso actual del aluminio en aleaciones donde se necesita poco peso y resistencia creo que tiene que ver fundamentalmente con la reducción de costes.
Y, ahora que recuerdo, el termino «Tungsten» de nuestras Palm supongo que en realidad quería hacer referencia al magnesio, y no al wolframio, que quizá entrara en la aleación de las carcasas de algunas Palm antiguas y que para estos menesteres supera apreciablemente al aluminio.
Saludos.