La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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Duración de la batería

No es ninguna novedad que las baterías de 1000 mAh, 1600 mAh o incluso 24oo mAh no son la panacea. Si vamos a estar conectados durante todo el día y durante varios días seguidos gracias a nuestro smartphone, tenemos que ir pensando en una batería de 6ooo mAh o que otorgue una efectividad equivalente. Si en los portátiles se están alcanzando duraciones de hasta 8-9 horas cuando no hace tantos años 2 horas era un estándar, quizá haya un hueco para la esperanza  y en un futuro a medio plazo veamos el móvil «autónomo» por su gran capacidad de batería o bien el autopropulsado si es que se consigue que alguna placa fotovoltaica pueda funcionar sobre un smartphone.

Capacidad de conexión de alta velocidad

La demanda de contenidos multimedia es la culpable de que tengamos esa extraña sensación de que nuestra conexión es lenta. La gran cantidad de datos que tenemos que descargar de la red y enviar a esta necesita de un ancho de banda suficiente. Las velocidades que tenemos disponibles con la tecnología HSDPA (High Speed Downlink Packet Access), con la que se puede llegar a alcanzar tasas de bajada de hasta 14 MBps (1.8, 3.6, 7.2 y 14.4 Mbps), no son suficientes y menos lo será en cuanto la conexión vía videoconferencia se convierta en un estándar «real». Disponemos de ella como posibilidad en los terminales móviles pero si cuantificamos el número de conocidos que utiliza la videoconferencia móvil, quizá nos lleguen los dedos de una mano para hacer el ejercicio.

Tarifas de datos económicas y holgadas

Si bien es cierto que estamos en un momento dulce para el acceso a Internet desde los terminales móviles por la dura lucha que están teniendo las operadoras móviles, azuzadas de una manera espectacularmente divertida por las operadoras móviles virtuales, todavía nos queda mucho para considerar que «todo el mundo tiene acceso a una tarifa plana para Internet móvil».

Estamos pensando que pagar al mes 7 u 8 EUR + IVA por una conexión desde el móvil que te garantiza la gestión de entre 300 y 500 MB de datos a alta velocidad es una «tarifa plana», pero en muchas ocasiones no consideramos que todos los datos que manejemos fuera de los límites establecidos serán a precio «de oro» o bien viajarán a una velocidad desesperante y ridícula, que  es probable nos desanime a disfrutar de la conexión como deberíamos.

Tenemos que llegar a un momento en el que las tarifas de datos sean tan económicas y holgadas en cuanto a cantidad de datos disponibles, que no tengamos que hacer controles de consumo. En ese momento despegará el uso del Internet móvil, antes, simplemente llevaremos nuestro correo e. en el dispositivo, algunos trabajarán con archivos «en la nube» y muchos otros ni se atreverán a tener la conexión activa.

Potencia de procesamiento

El actual es un momento en el que necesitamos que nuestros terminales sean rápidos en la gestión de aplicaciones. Nuestros smartphones cada vez se parecen más a un ordenador y los llenamos de aplicaciones potentes, juegos, etc. como si de una máquina «grande» se tratara. Para tener una experiencia de usuario satisfactoria necesitamos mucha memoria interna, mucha memoria de almacenamiento, pero sobre todo un potente procesador que permita darle alegría al movimiento de los datos del equipo. Ahora mismo estamos ante velocidades de procesador que ronda los 1,5 y comienzan a llegar los 2 GHz. Fabricantes como Intel, Qualcomm, Texas Instrumet o Nvidia luchan por hacerse con la mayor cantidad de productos «colonizados» por sus procesadores. La pelea está centrada en la cantidad pero también en la integración con el resto de componentes. Así encontramos procesadores como el Apple A4, que con solo 1 GHz de frecuencia de reloj basa su potencia en la perfecta integración con el núcleo gráfico PowerVR SGX.

Visibilidad de la pantalla

«Yo quiero una pantalla en mi smartphone como la que tengo en un lector de libros electrónicos (eReader) tipo Kindle de Amazon». Esta sería la frase que resumiría la exigencia a realizar a una buena pantalla de terminal móvil. En general todos los dispositivos que incluyen uno de los principales sistemas operativos móviles (iOS, Blackberry OS, Google Android, Web OS, Windows Phone 7, Maemo, etc.) tienen una pantalla de calidad suficiente en algunos casos como el del Motorola Flipout, excepcional en otros como el de los Samsung Galaxy S II o el iPhone 4, pero siempre adecuada para interiores. En el exterior, cuando la movilidad es la necesidad, la mayoría de las pantallas dejan de tener su calidad espectacular para pasar a ser un sufrimiento. Tienes que aumentar el brillo, jugar a evitar los reflejos, tapar con la mano esa incidencia del sol que no te deja leer el correo e., decenas de pegas que los usuarios asumimos, pero que se tendrá que mejorar de forma drástica en la medida en la que los materiales sean analizados, mejorados e implementados en los dispositivos. Un cambio radical en las pantallas de los smartphones es necesario y quizá sea inminente a través del próximo iPad de Apple, donde se espera que el material de su pantalla permita una lectura casi tan buena como en un eReader.

Móvil como método de pago definitivo

El móvil siempre está con nosotros, incluso en muchas ocasiones cuando no debería de estar, pero es tal la necesidad creada en torno a la comunicación actualmente que no nos imaginamos salir de nuestro domicilio sin la identificación personal (DNI, carnet de conducir, tarjetas de pago, etc.), las llaves de las puertas…y el móvil, por supuesto el móvil.

Si el móvil se va ha convertido en nuestra prolongación de la mano, bien podríamos utilizarlo para facilitar las gestiones diarias como el pago de productos en tiendas, supermercados, gasolineras. Ya somos muchos los que gestionamos muchas actividades a través de la banca online, pero todavía el  pago de pequeñas cantidades, o no tan pequeños como una compra semanal en tu hipermercado favorito, no están implementadas para «todos los públicos». Este sería un punto clave para comerciantes y operadoras móviles, pero por supuesto para las entidades bancarias, que tan necesitadas están de ingresos y movimientos monetarios.

En resumen, estas son 6 cuestiones que opino se deberán de mejorar de forma exhaustiva en los smartphones del futuro inmediato. Muchas de ellas son técnicamente viables en este momento, algunas quizá un poco más cerca de la utopía, pero necesarias para el despegue definitivo del uso del Internet móvil.

En los comentarios espero vuestra opinión sobre estas mejoras y por qué no la propuesta de las que os gustaría incluir a vosotros.

Saludos

David Serantes