Después de mi aventura electoral y del parón post-jornada de votación, retomo esta ventana sobre el mundo de la Red, con renovados ánimos, nueva temática pero mismo escenario. A partir de ahora, y a pesar de que la resaca de las elecciones aún dará más de sí en Internet, con la formación del nuevo Gobierno y las páginas de imitación, y burla, que saltarán de ordenador a ordenador, intentaré centrarme en descubrir esos rincones virtuales que demuestran que este medio también sirve para divulgar o poner en marcha iniciativas de lo más loable. Eso sí, sin hacer ascos a todo la ironía que demuestran diariamente los ciberactivistas.
Para empezar con algo serio y digno de reconocimiento me hago eco de la Fundación Cibervoluntarios, que pretende utilizar las nuevas tecnologías para solucionar problemas sociales de fondo y para derribar la siempre mencionada en Galicia brecha digital. En otras palabras, estos voluntarios tecnológicos intentarán conseguir que todas las personas tengan las mismas oportunidades para acceder y utilizar las herramientas de la Sociedad de la Información. Entre sus cometidos estará el de impartir charlas y cursos, movilizar colectivos, conseguir centros donde realizar esta labor de alfabetización digital o crear una concienciación social.
En un post posterior, intentaré conectar con algún cibervoluntario gallego para que nos explique en primer plano cómo llevar a cabo esta importante acción para la comunidad.
Pero, mientras tanto, y después de esta pequeña pincelada, me despido. Eso sí, lanzando una pregunta similar a la del proyecto. ¿Hay algún internauta en la sala?
Espero que sí. De todas formas, animo a quien quiera dar a conocer su proyecto tecnológico que me lo haga llegar. Desde aquí me convertiré en su altavoz. O, para hacerlo más gallego, en su altofalante virtual.