La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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Resulta curioso ver hasta qué punto las características de un terminal pueden marcar el uso que hagamos de él. Tenía esto bastante claro, pero ahora que me he encontrado a la vez con un Nokia N97 y un iPhone, dos terminales con características y puntos fuertes muy diferentes, estoy notando esto mucho más.

Con el iPhone es una delicia todo lo que sea «ver». Parece un terminal más orientado a la web 1.0, donde la interacción era mucho menor y el usuario se limitaba a ver contenidos. Me encanta navegar con él, consultar el correo (no tanto así responderlo), abrir twitter sin cortarme a la hora de abrir cualquier enlace que me propongan, ver algún vídeo en Youtube o alguna galería de Flickr, por poner algún ejemplo. También he notado que escucho más música y especialmente más podcasts.

Por el contrario, con el N97 soy mucho más participativo. Me animo más a publicar cosas en twitter y especialmente en foros y blogs, descargo adjuntos y los edito para reenviarlos cuando es necesario, respondo a muchos más correos y con ello mantengo la bandeja de entrada más libre de tareas pendientes e incluso me he animado a probar a subir una entrada al blog desde el propio teléfono, cosa que ni se me ocurre probar con el iPhone. Además, uso más tranquilamente el teléfono sin miedo a quedarme sin batería. Por el contrario, el reproductor de música no me convence demasiado y eso hace que lo tenga bastante abandonado.

El mercado ofrece diversas opciones interesantes, pero sigo sin encontrar un híbrido que resulte adecuado para todos los usos.

¿Veis vosotros cómo cambian tan claramente vuestros usos de un teléfono en función de sus características?