La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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Si hay un tema que molesta a los usuarios de dispositivos móviles es la duración de la batería. Si no hay batería no hay conexión, no hay información, no hay movilidad, sí hay dependencia y no hay libertad.

Pensamos desde hace un tiempo que los smartphones van asociados a la libertad, a la independencia de la ubicación. Tenemos todo lo que queremos en la palma de la mano. Además si añadimos la capacidad de pago a través de los diferentes formatos ya soportados, entonces la sensación de poder en este mundo moderno, rápido y consumista al que nos enfrentamos, es total. Somos poderosos con nuestro smartphone.

Si no tenemos batería, no somos poderosos. Ahí aparece el descontento de los que usamos terminales móviles, uno o varios. No queremos la dependencia de un cable, de un enchufe ni de estar en una estancia en espera de que nuestro gadget tome un poco de alimento en forma de electrones. Eso nos resta poder.

Pensando en dar solución al lastre que supone la lenta carga de una batería cada vez más grande, algunos fabricantes trabajan ya en la «carga rápida» como un mal menor. Tendrás que cargar siempre tu batería, no pueden evitar esto, pero al menos no perderás mucho tiempo de «tu libertad inalámbrica».

Apple lo tiene claro. Quiere que la carga de la batería de tu iPhone se cargue lo antes posible. Así, ha diseñado su proceso de carga de tal forma que el 80% de la batería se carga de forma acelerada para garantizar rapidez, mientras que el 20% restante lo reserva para una carga lenta que ofrece mayor vida útil a la batería aportando menor carga eléctrica a la misma en este último período de llenado.

Mientras no podamos hacernos libres de los enchufes, que los fabricantes aporten métodos de carga rápida. Qué menos.

Es importante aclarar que con una batería de iones de Litio moderna no es necesario esperar a que la carga de la misma se agote completamente para proceder a su carga. La vida útil de las baterías se calcula en una unidad denominada «ciclo de carga». Una de estas unidades consiste en la descarga del 100% de la batería con independencia de que se haya conectado el cargador durante este proceso. Por ejemplo, pensemos que tienes la batería al 100% al arrancar tu día. Puedes gastar el 75% de la batería ese día y recargarla totalmente durante la noche. Si gastas el 25% al día siguiente, habrás descargado en total el 100%, y los dos días sumarán un ciclo de carga. Tu batería se acabará para siempre cuando se hayan completado un determinado número de ciclos de carga. Es sencillo de comprender, pero todavía hay mucho misterio sobre las capacidades y vidas útiles de las baterías.

Por otra parte, también los coreanos de Samsung han diseñado un sistema de carga rápida de la batería en sus smartphones de la mano del fabricante de procesadores Qualcomm quien con su sistema Quick Charge 2.0 proponen desde junio una carga desde 0 hasta el 50% en tan solo 30 minutos, ventaja de la que ya se aprovecha un terminal como el Galaxy Note 4 o los Moto X de Motorola a través de la misma tecnología introducida en el cargador Motorola Turbo Charger.

El «truco» es sencillo cuando hablamos de cargadores que aportan mayor carga en menor tiempo. Se trata de aumentar la potencia eléctrica del mismo de forma que la carga llegue más rápidamente al almacén en que se convierte la batería de nuestro dispositivo. Esto lo ha utilizado también Apple para facilitar una carga más veloz a los usuarios de iPhone mediante el cargador (de más potencia) de sus tabletas, los iPad, aclarando que no hay ningún problema en utilizar el cargador del iPad (entre 10 y 12w según modelos, 5w para el mini) para cargar los iPod y iPhone de las diferentes generaciones. Además de no dañar la batería de los dispositivos, se conseguirá una carga más veloz, justo lo que queremos como usuarios.

Saludos

David Serantes