Llevaba días buscando las gafas de sol y al final han aparecido; en estas latitudes el sol no brilla tanto como nos gustaría, lo hace por su ausencia, eso sí. Por eso, cuando al finalizar el verano dejas guardadas tus gafas de sol, la búsqueda puede resultar un problema, sobre todo si no las has dejado en el sitio donde las guardas habitualmente. Las he buscado y las he encontrado.

Sabemos lo que estamos buscando y lo encontramos

La mayor parte de las veces, en tu casa o en tu oficina haces una búsqueda de un objeto y puede que lo encuentre o finalmente desistas porque no aparece por ningún sitio, pero siempre sabes lo que estás buscando, porque lo echas de menos, quieres volver a disponer de él o lo necesitas para algo. Es tu objeto, conoces su forma, su color, su tamaño, las posibles ubicaciones donde lo puedes encontrar y también la importancia que tiene para ti, de ahí que priorices su búsqueda si necesitas de verdad ese objeto de inmediato o la dejes para mañana sin ningún remordimiento en caso de que la búsqueda pueda esperar.

En Internet decimos lo que buscamos cuando obtenemos resultados

En Internet las búsquedas son muy parecidas a las que realizamos en la «vida real», pero además de nuestra habilidad humana, solemos utilizar los buscadores. Los que trabajamos con un ordenador cerca hacemos muchísimas búsquedas al cabo del día. Para algunos incluso es nuestro modo de navegación, tanto que hemos convertido la barra de direcciones en la barra de búsqueda. Así ya no escribimos www.serantes.es en la barra de direcciones, sino que estampamos un sencillo «serantes» con la casi total certeza de que algo aparecerá. No vamos en búsqueda de algo concreto, totalmente definido en sus características, que conozcamos o que necesitamos, sino que estamos esperando los resultados de nuestra búsqueda para tomar la decisión de cuál de ellos nos puede resultar de interés, satisfactorio o como mínimo entretenido.

La segunda página de resultados de una búsqueda en Google podría ser el mejor sitio para esconder un cadáver: nadie lo encontrará allí.

Más del 90% del tráfico de los resultados de una búsqueda se lo llevan los resultados que aparecen en la primera página. Esto es lo que explica por qué todo el mundo que dispone de un sitio en Internet quiere aparecer en la primera página. También nos da la justificación de por qué algunos contenidos nos llaman tanto la atención por la forma en la que están escritos, orientados a que los encuentren adecuadamente los motores de búsqueda de Google o de otros buscadores antes que procurar que el destinatario final del mensaje los capte a la perfección.

Divulgar sobre cómo buscar para encontrar lo que realmente buscas

Sobre las búsquedas en Google opino que se debería de hablar más a todo el mundo. Se debería de enseñar a encontrar lo que buscas e incluso antes, se debería de promover que se busque lo que se quiere buscar, de una forma precisa, dejando el mínimo lugar posible para el desvío de la atención a otros resultados que nos dejan frustrados en muchas ocasiones después de haber estado delante del ordenador sin encontrar lo que realmente queríamos y habiendo perdido el valioso tiempo que tanto necesitamos.

Te propongo que tengas una pequeña charla contigo mismo y luego con los demás sobre la segunda página de resultados de Google. Explica que es importante, pero no tanto, que la primera es la que se lleva toda la atención y sobre todo recuerda siempre que no todo lo que aparece a la vista en los resultados es lo que estás buscando. Ahí está el asunto, tenemos que poner mucho esfuerzo en buscar lo que queremos, o correremos el riesgo de que otros decidan lo que hemos encontrado. Quizá no sea esto lo que queremos.