La Voz de Galicia
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Tecnología y productividad en movilidad
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El Apple Watch de Apple ya está en las muñecas de muchos usuarios. Desde este pasado viernes, 24 de abril, son nueve los países en los que el smartwatch se ha puesto a la venta. Los afortunados clientes son los de los países siguientes: Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.

Es curioso lo que hace Apple con la selección de los países en los que lanzan sus productos. Ellos eligen, ellos deciden, son una empresa y trazan sus estrategias adaptadas a las situaciones de los mercados. Y no les va nada mal con ello. En Europa, para esta ocasión, la del lanzamiento del reloj, no han seleccionado España, ni Portugal, ni Italia, ni tampoco Grecia. Ninguno de esos países que todos recordamos por la «graciosa» nomenclatura con la que se dice que nos conocen en algunos países: PIGS (Portugal-Italy-Greece-Spain). Entre los elegidos sin embargo sí están Francia y Alemania. Vaya.

A Apple le va bien haciendo lo que hace, no necesita hacerlo de otra forma porque las cosas le están funcionando así. Y tendríamos que parar a pensar que quizá, si no estamos entre los países elegidos sea porque quizá una empresa que lo único que quiere es ver como sus productos se venden antes de que lleguen a tocar el suelo de ese país, no tenga tan claro que se vayan a vender tan bien aquí. Por supuesto que no tendrán la producción al 100% hasta que el negocio de los relojes en el que se han embarcado tome velocidad y se mueva con soltura, sin embargo las ventas de más de un millón de unidades en el inicio de la venta (hay 800.000 smartwatches con Android Wear en el mercado después de un año desde su lanzamiento).

En este caso ya se sabe que Italia, Suiza o España están en segunda ronda de lanzamiento del Apple Watch y si las informaciones no se equivocan, esta fecha será la del 8 de mayo. No queda tanto. Pero lo que realmente me ha animado a escribir sobre esto es que no estamos en primera ronda, jugamos en una liga que no es la primera. No quiero decir tampoco que vayamos a quedar sin Apple Watch, pero no vayamos a pensar que somos importantes para Apple. No lo somos, somos españoles, del sur de Europa, no aportamos tanto como otros, no generamos el negocio que ellos consideran favorable. Hay que reconocerlo y hay que asumirlo.

Si alguna vez hemos importado para Apple como mercado atractivo, en este momento no parece que nadie lo recuerde allí. Están poniendo a la venta un dispositivo que quieren asociar al lujo en algunos casos, que es un bien de consumo muy atractivo pero con pocas utilidades reales por parte de los usuarios, que lo queremos pero sin saber muy bien para qué. Con todo esto, la estrategia de Apple nos ha identificado como «los de la segunda ronda». Estamos en el banquillo, habrá que ir calentando y por qué no echar un ojo a otros equipos por si nos podemos ir a jugar con ellos sin tener que empeñar un riñón o sufrir una úlcera estomacal.