La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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Esta entrada la voy a iniciar yo a modo Mayra Gómez Kemp en el famoso concurso de los viernes, el 1,2, 3.

Si desde la palabra «Esta» no has entendido nada de lo que quiero decir, es que eres «demasiado joven», en el sentido de que envidio tu edad, ojo, no es que esté menospreciando tu juventud.

Como en el 1,2,3, para iniciar la ronda de preguntas, Mayra presentaba a los concursantes: Ellos son fulanita de tal y David y residen en «la nube», por 25 pesetas, digan gestos o tics más habituales con smartphones.

-Controlar los mensajes y respuestas de Twitter.

Las notificaciones han ayudado mucho en esto, pero es uno de los gestos más habituales de los tuiteros, sobre todo tras haber publicado un tuit actualizar su timeline para ver si ha tenido eco su envío, si alguien lo ha comentado o si ha comenzado una conversación. Para los que utilizan las notificaciones es un suplicio pues cada vez que su smartphone avisa con un sonido, una vibración o un mensaje en pantalla, obligatoriamente «tienen que revisarlo», solo unos pocos son capaces de evitar abalanzarse sobre su terminal.

-Conectar al cargador durante la noche.

Es una de las lacras de los smartphones, su batería. Por mucho que están haciendo todas las compañías por mejorarlas, llega la noche y pocos son los que se atreven a dejar su smartphone sin cargar. Ya sea en la mesita de noche, en la cocina, en el salón, o en el baño para tenerlo preparado a primera hora, los hogares se han llenado de cargadores y enchufes ocupados con la multitud de dispositivos que tenemos en el hogar.


-Consultar el correo e. a primera hora de la mañana.

El correo electrónico es otro de los gestos que al despertar un usuario de smartphone no puede evitar. El usuario es consciente de que desde que se ha ido a la cama hasta que se ha levantado ni el 1% de sus contactos «importantes» está despierto para escribir un correo, pero aún así, lo primero que hacemos es revisar qué ha entrado durante nuestro alejamiento del «celular». En el 99% de las ocasiones no hay nada importante y tan solo nos dedicamos a borrar basurilla que ha entrado, spam o correos sin importancia. Pero al día siguiente volveremos a mirar el correo electrónico con legañas.

-Buscar apps con independencia de que las necesites para absolutamente nada.

El negocio, para quien lo sea, de las apps y las tiendas donde las venden a través de los smartphones está cuajando en los usuarios; es cierto que algunos no saben incluso ni que se pueden descargar apps y otros tienen miedo al pago a través de su cuenta de usuario. Pero aquellos que ya confiamos en que no nos desvalijarán la cuenta a través de la App Store o el Google Play tenemos ya el dedo flojo y buscamos la app perfecta día tras día. Vamos a nuestra categoría favorita y buscamos «una app más», no porque necesitemos un servicio en concreto, sino porque pensamos que todavía podemos exprimir un poco más el smartphone.

-Publicar fotos de la comida que vas a deglutir.

A estas alturas importa ya mucho más que quede bien el filtro aplicado a la toma fotográfica en Instagram que el propio gusto de los manjares. Es muy habitual ver a personas tomar fotografías con su smartphone de la comida que le acaban de servir y antes de verificar que no venga con una mosca dentro hacer la fotografía de rigor para compartir en sus redes sociales favoritas. Todo el mundo sabe que eres un compulsivo comedor de hamburguesas, un sibarita usuario de restaurantes de lujo con menús del día de 150 EUR o un adico a la comida japonesa. Tus «amigos» tienen que tener envidia y volverse locos por tu comida, esto es así.

-Buscar amigos de la infancia en Facebook.

Facebook se ha inventado para buscar a los amigos de la infancia, del colegio o del instituto hasta los vecinos de tu barrio; algunos no quieren que los encuentres y están ocultos, otros están deseandolo que los encuentres y se emocionan al contactar y casi todos están deseando hacer un encuentro en el que actualizar información de «amigos» con los que pasaron unos buenos años.
Este tic vale también para antiguas novias o novios, sobre todo para ver si aquella pérfida muchacha con la que estuviste a los 12 años se ha convertido en una foca enorme que te haga sentir que hiciste bien en no elegirla a ella o si aquel chico, atractivo como un potente imán, está calvo como una bola de billar y ha envejecido más rápido que un limón en tu frigorífico.

-Leer noticias de forma compulsiva.

Aunque jamás hayas pasado de la página 3 de un «libro de verdad», llevas en tu smartphone las suscripciones a absolutamente todos los periódicos posibles. Cuando encuentras un momento lees noticias que no te importan mucho pero te da la sensación de superinformación. Además de noticias actuales también llevas 10.000 suscripciones a blogs de todo tipo; cada vez encuentras menos tiempo para leer, pero tenerlos ahí te hace sentir seguro y cuando alguien te pregunta si has leído esto o aquello siempre puedes decir que: «…sí, bueno, lo tengo en mi lector de feeds».

La idea es que yo os deje en esta entrada algunos de los gestos o tics más habituales en la utilización de un smartphone y vosotros en los comentarios os animéis a completar hasta n.

Saludos

David Serantes

Enviado desde mi iPhone con Pepephone