El Nokia Lumia 930 es el Windows Phone más atractivo que hay en el mercado. Es un terminal robusto y eficaz, con una pantalla de 5″, un marco de aluminio y la parte trasera de policarbonato disponible en varios colores. En la caja, pequeña y muy ajustada en tamaño, tan solo  vas a encontrar el cable USB de carga y un adaptador muy compacto y de alta calidad como accesorios del equipo. También se incluye una guía de primeros pasos que estoy seguro que no necesitarás utilizar.

Los controles táctiles incluidos en la pantalla siguen siendo los mismos que encontrabamos en terminales anteriores de Microsoft-Nokia. Encuentro muy útil el control atrás, utilizo mucho el control de menú con el logo de Microsoft, pero el control de búsqueda jamás he sido capaz de utilizarlo de forma adecuada. Quizá no sé cómo sacarle partido o muchos años de búsquedas en Google hacen que la búsqueda en Bing me resulte de lo más molesto.

Los únicos botones que tiene el Lumia 930 están en el lateral derecho del equipo. Tiene el botón de volumen, el de encendido apagado y un botón dedicado a la cámara, tanto para poder abrir la aplicación como para tomar la fotografía o grabar vídeo. Están elaborados en aluminio de alta calidad como el del marco y la sensación que transmiten es de durabilidad. En el Lumia 930 en ninguna ocasión he accionado el botón de cámara de forma casual, cuestión que sí me ha pasado en otros terminales. Algo curioso que tendré que analizar con detalle en un post aparte.

En la parte superior tienes el puerto jack para los auriculares, justo en el centro del dispositivo y también el hueco para el porta-SIM que en esta ocasión tiene un sistema novedoso de extracción que necesitará del auxilio de un elemento punzante para facilitar su apertura. El tipo de tarjeta que lleva es la nanoSIM, que es la que Apple ha puesto de moda. Microsoft quiere que dejes tu iPhone y metas tu nanoSIM en su Lumia 930. Es posible.

Y encendemos la pantalla. Es puro amor. Con todos los dispositivos me pasa, tengo un momento en el que nos miramos fijamente y decidimos si tenemos esa atracción total que con muy pocos dispositivos he tenido. Y con esta pantalla me he enganchado. Tanto por su calidad de brillo, resolución y nitidez, como por la integración doble con el sistema operativo y con el chásis del Lumia 930. Hay que verla.

La pantalla del Lumia 930 es de tipo OLED, algo que no gusta a los más entendidos, quizá porque ya están «necesitados» de paneles IPS, pero que a mi entender en un 5″ como este, con las capacidades de personalización que ofrece Windows Phone, es todo un acierto. En lo particular sí he de reconocer que la tendencia a hacer más fríos los blancos me encanta.

En Nokia llevan tiempo trabajando para que la integración del software con el hardware sea total. Lo logran a nivel de cristales y materiales, también de sistema operativo con hardware, pero quizá podrían aumentar la presión sobre los desarrolladores para que sus apps fuesen más integradas. En todo caso, en la mano sientes que tienes un sistema operativo, no un móvil.

La sensación en la mano de un terminal que pesa 167 g. hay que mencionarla explícitamente. Se aleja de los 145 g. del Samsung Galaxy S5, los 134 g. que pesa el Lumia 630, o los 129 g. del iPhone 6. Se nota un terminal robusto, no pesado, nadie lo va a acusar al final de la jornada, por supuesto. Es un equipo que sabes que llevas en el bolsillo del pantalón o de tu chaqueta, no me disgusta este hecho.

La cámara es otro de los puntos más fuertes del Lumia 930. Una PureView de 20 Mpx con doble flash LED, idéntica a las del Lumia 1520, que te dejará tomar mejores fotografías que con tu cámara compacta, sin duda, pero que no te hará dejar tu réflex en casa. No creo que ningún móvil te haga dejar tu réflex en casa, pero todos los geek sabemos que es un muy buen argumento para defender la compra del último terminal de nuestra marca favorita.

El altavoz que está situado en la parte trasera es un muy buen altavoz. Ya me sorprendió su calidad en el Lumia 925 y de nuevo, una vez instalada la espectacular app de Spotify para Windows Phone me puse a escuchar música a todo trapo a través del pequeño altavoz, que para mi humilde oído suena de forma espectacular, con nitidez y sin distorsiones a volumen elevado. Me picó la curiosidad sobre esta calidad de audio e indagué para encontrar que incluye la capacidad de sonido envolvente Dolby Digital Plus, quizá sea este su secreto.

La parte inferior presenta un acabado industrial, con el puerto USB encastrado en un marco perfectamente cortado, pero agresivo y con ese aire de «medio terminar» que ya se percibía en dispositivos como el iPhone 4. Con el tiempo nos hemos ido acostumbrando, y  esos cortes en el metal, los biselados y el aspecto industrial aportan seriedad, un buen contraste con las opciones de colores para el policarbonato de la parte trasera del equipo.

El Lumia 930 es uno de los mejores terminales del mercado, que puedes encontrar por debajo de los 500€ y con el que tendrás fiabilidad y eficacia gracias a su Windows Phone que mueve con una fluidez pasmosa gracias a su potente mezcla de procesamiento y memoria.

Destacaría su atractiva pantalla, su genial cámara y su calidad de sonido además de un diseño global que personalmente me encanta (me quedo con el blanco, el verde y el naranja no son tan serios como yo…).

Si tuviese que recordar los aspectos negativos estos serían su peso que puede molestar a algunos y su batería, que por supuesto aporta un uso intensivo para un día, pero que exigiría fuese más potente al tener un tamaño y peso como el que presenta.

A continuación os dejo una pase de diapositivas con las fotografías que han ilustrado este post: