El Nokia E7 se ha convertido en mi teléfono móvil principal durante las duras jornadas de trabajo del último mes. Ahora ha llegado el momento de contar todas mis experiencias con el dispositivo que como todo «serie E» está dirigido al ámbito profesional.

Empezaré comentando cada uno de los detalles «principales» del terminal. En general he de decir que lo que más llama la atención del Nokia E7 es su robustez.

Pantalla de 4″ con la tecnología Clear Black Display que además es AMOLED,  definitivamente hace que ver la pantalla de este dispositivo se convierta en una experiencia especial. Personalmente me gusta mucho más la retina display que tiene el iPhone y puestos a comparar el terminal de Apple lleva ventaja «todavía», pero aún así, ver esta pantalla en modo apaisado se convierte en un lujo para la vista y más si contamos con el tremendo teclado, mejorado con mucho respecto al que incluía el Nokia N97 al que tanta caña le dimos en el blog y en el podcast.

Esta pantalla aporta una resolución de hasta 640×360 megapixels con 16 millones de colores que si bien no es la mayor de los dispositivos que he probado, tanto las aplicaciones como las imágenes y los vídeos disponen de una calidad de visualización bastante aceptable, aunque he de decir que los vídeos grabados con el iPhone se perciben más nítidos que con el Nokia E7, en gran medida debido a la «retina display».

El E7 incluye una cámara de 8 mepapixels con doble flash LED. He realizado multitud de fotografías con el Nokia E7 utilizando el flash y no acaba de convencerme la calidad. Como sucede con la mayoría de terminales, incluso con la utilización de un potente flash, si falta luz ambiente los resultados son realmente pobres. A lo largo de los años la decepción con las cámaras ha resultado una constante y veo como aunque las resoluciones siguen aumentando, el asunto de la toma de fotografías en condiciones lumínicas poco adecuadas sigue siendo un verdadero problema. Hay que decir que incluso las cámaras compactas ofrecen problemas en estas condiciones, pero si queremos que en algún momento nuestras compactas se queden en casa y sean sustituídas por los smartphones, la exigencia tiene que ser total. Harina de otro costal es cuando tomamos fotografías con condiciones ambientales favorables y con luz del día, la calidad en este caso es absoluta y es donde Nokia aporta la experiencia y el conocimiento en la elección de las lentes de las cámaras incluidas en los equipos.

En su interior, para mover el sistema operativo Symbian^3 que traía de serie se incluye un procesador ARM a 680 MHz y una memoria RAM de 256 MB. Estos días lo he actualizado a Symbian Anna y ahora todo va mucho más fluído, parece que en Nokia han conseguido optimizar el sistema operativo para el hardware y por fin eliminar gran parte del ya típico lag de 2 o 3 segundos necesarios para abrir aplicaciones y que durante tantos años se arrastró con las series 9XXX de los Communicator.

Un aspecto de los que más me ha sorprendido en el Nokia E7 es el hecho de que la batería no es reemplazable por el usuario, teniendo que acudir a un servicio técnico para el cambio en caso de necesidad, algo que realmente no me preocupa por las pocas ocasiones en las que he llegado a tener que cambiar una batería a un smartphone, pero que para algunos puede ser interesante tenerlo en cuenta. Se trata eso sí de una batería potente, de 1.200 mAh de capacidad y que me ha proporcionado muchísima satisfacción en todas estas semanas de uso, teniendo que cargar tan solo un par de veces por semana, algo impensable en muchos de los equipos que manejo a diario y que requieren de una carga nocturna en la mayor parte de los casos.

Y la otra cuestión que también me ha causado asombro es que no incluya una ranura para tarjetas de expansión de memoria, que si bien no es tan necesaria por disponer de un almacenamiento de memoria interna de 16 GB, el uso profesional al que va destinado puede exigir la utilización del dispositivo como almacén de documentación o de fotografía y video, causando una saturación de la memoria en poco tiempo, cosa que el usuario final verá como una cuestión realmente negativa. Por mi parte he de decir que lo he cargado de archivos de texto y presentaciones, he tomado fotografías de manera insistente e incluso he grabado varios vídeos en calidad 720p (25 fas) y me sobra memoria para mucho tiempo. Además de los 16 GB internos.

También dispone de memoria RAM, 350 MB que permiten trabajar con multitud de aplicaciones abiertas en segundo plano, a las que se accede mediante el único botón de menú que posee al pie de la pantalla, presionando durante un par de segundos aparece una pantalla emergente con las aplicaciones abiertas, permitiendo un movimiento ágil entre ellas o bien cerrarlas para evitar el consumo de memoria si lo necesitamos. No se pueden cerrar todas las aplicaciones de una sola vez desde esta pantalla, cuestión que sería un extra bien recibido para tener que evitar hacer taps sobre las aspas de cierre en cada ocasión.

Y por último en este primer acercamiento al Nokia E7 también cabe destacar que incluye otro par de elementos de hardware, necesario uno de ellos, como es el puerto microUSB para conexión y carga y un microHDMI que si bien es una opción interesante, no me ha supuesto una gran experiencia de usuario, pues no estoy acostumbrado a manejar la conexión al a TV para ver películas, fotografías o documentos; supongo que será cuestión de aficionarse al tema o de tener necesidad de hacerlo en alguna reunión profesional, pero por ahora el puerto HDMI no lo he aprovechado en absoluto.

En un nuevo post os hablaré de mis experiencias con las aplicaciones y también del nuevo Symbian Anna que es una nueva experiencia con Nokia, algo diferente a lo que estábamos acostumbrados durante tantos años de reinado de Symbian S40, S60 y S80 y que nos hace levantar la cabeza para imaginar un dispositivo como el Nokia E7 con un sistema operativo en su interior como el Windows Phone 7. La combinación se hace realmente apetecible, sin duda.

Saludos

David Serantes