La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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iBook Clamshell Tangerine

Cuando arranqué en el mundo Mac, allá por mediados de 2004 con un PRECIOSO iBook 3G Clamshell (Concha) de color naranja (Tangerine) se apoderó de mi una enfermedad obsesiva: Apple. Me encantó todo lo relacionado con la marca desde aquel instante y dentro del gusto también la estética Mac.

Por aquellos días encontré una entrada en un sitio que se llama entretodas.es, donde definen muy bien cuál es la estética Mac. Para ello aprovechan a su vez una entrada del blog de Enrique Dans:

Chica Mac, por Enrique Dans
A mi lado, en la sala VIP de Spanair, estoy viendo una chica Mac. Lleva vaqueros y camiseta negra, como Jobs en los keynotes. Usa un Powerbook y un iPod de un blanco inmaculado, que además acaba de conectar entre sí. Habla por un Nokia completamente blanco, que parece que le hubiesen fabricado un Apple iPhone especial para ella. Y lleva un reloj también blanco y de líneas redondeadas al que sólo le falta el gris suave de la manzanita.
Me pregunto si me estaré obsesionando. No, con la chica no, que casi podría ser mi hija si yo hubiese sido un poco más espabilado de pequeño… Me refiero a las manzanas, las veo en todas partes… En fin, me voy. Tengo un avión que coger.

La estética Mac es sencilla y te convertía en «más maquero» por el simple hecho de portarla, sin embargo opino que hoy en día esto ha cambiado y que aunque Steve Jobs sigue con sus vaqueros, su camiseta negra y sus zapatillas New Balance, ya nadie lo ve como un mesías que indica la tierra prometida cada vez que se sube al «tablao» de un teatro californiano.

Ahora la gente ya no es tan maquera, no lo proclama como entonces y no se siente los mismo cuando te encuentras a alguien que te dice que tiene un iPod, todo el mundo tiene uno.

Además, las chicas ya no son tan cool sin sus camisetas negras, incluso aunque porten un iPod Touch en su mano. Que está bien, pero no es lo mismo.

Chica Mac moderna

De todos modos, pensar en mi entrada en el mundo Mac y la trayectoria de «cacharros» de la casa de la manzana que han ido pasando por mis manos me ha recordado que sin su estética y su saber hacer nada habría sido lo mismo.

Gracias Apple por estos productos amados-odiados en la misma medida. Y no olvides la calidad que alguna cosita es para darte «ondonadas de ostias».

Un saludo

Mac-David Serantes