Blackberry publicó anteayer una página en la que informa a sus potenciales clientes en España sobre cómo adquirir su modelo Z10, tanto a través de una operadora como en forma de terminal libre. En su versión libre ha decidido situarlo dentro del escalón al que nos estamos acostumbrando para los terminales de gama alta, con una cifra próxima a los 650 EUR.
La firma canadiense se juega mucho con este lanzamiento, que bien podría significar su regreso a la batalla por el tercer puesto (como meta a corto-medio plazo), o bien consumir el que sin duda es uno de sus últimos cartuchos. Por este motivo, no resultaba descabellado pensar que Blackberry optase por una estrategia de precios muy agresiva, pero como vemos esto no ha sido así, al menos en el caso de la versión libre.
Como posible comprador de uno de estos terminales (viendo los precios de reserva en Amazon, parece que el modelo Q10 se lanzará con un precio similar), obviamente lo que me desearía es que el terminal fuese lo más barato posible. Sin embargo, por otra parte me gusta ver que, pese a lo mucho que hay en juego, Blackberry no ha apostado por el camino fácil de ofrecer un terminal barato. Al contrario, han centrado sus esfuerzos en otras cuestiones como atraer a los desarrolladores externos (tanto grandes como pequeños) y promover la nueva plataforma durante el periodo que ha precedido a su lanzamiento. Además, el lanzamiento del terminal ha venido acompañado por una surtida gama de accesorios oficiales, algo que lo diferencia claramente frente a otros terminales para los que termina siendo todo un reto conseguir una simple funda.
Por otra parte, con el lanzamiento del Nexus 4 a «precio de derribo» (a partir de 299 EUR) vivimos un hecho curioso. Son muchos los que pasaron a considerar este terminal como un competidor menor al asociar su precio de lanzamiento a una gama media, mientras que realmente tiene poco que envidiarle a otros terminales que se lanzaron por 600 o más euros. Así como ese precio creó una expectación desbordada por conseguirlo, probablemente el Nexus 4 nunca termine de quitarse esa etiqueta de «terminal de segunda», y este tipo de asociación es algo que Blackberry no puede permitirse a estas alturas.
Obviamente, cuando lanzas un terminal por un precio muy similar al de tus competidores, necesitas ofrecer algo realmente interesante para que quienes abandonaron o nunca llegaron a usar un teléfono Blackberry decidan darle una oportunidad a la nueva plataforma. El sistema operativo tiene una pinta realmente interesante. Por supuesto que faltan muchos grandes nombres en cuanto a aplicaciones disponibles, pero gracias al esfuerzo de Blackberry parece claro que no ha nacido precisamente huérfana en este sentido (Whatsapp, Skype, Facebook, Twitter, Kindle…). De hecho, da la sensación de que Blackberry ha recibido más apoyo por parte de los desarrolladores que Windows Phone, un claro reflejo de la posición que sigue manteniendo la empresa pese a que muchos se apresuren a enterrarla. ¿Es suficiente esto para luchar contra el resto de las plataformas? Tras la presentación de hoy espero estar en mejores condiciones de dar mi opinión al respecto. Hasta entonces, y como siempre, estaremos encantados de conocer la vuestra.
Saludos,
Doálvares