La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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El carsharing es una tendencia a la que todavía no estamos acostumbrados en las ciudades (grandes) españolas y mucho menos «en provincias». Es una forma de disponer de un coche por un tiempo limitado sin necesidad de poseerlo, de conducir cuando te apetezca sin necesidad de disponer de un aparcamiento cuando utilices el transporte público y de no tener que depender de una agencia para alquilarlo porque encontrarás tu vehículo aparcado donde te indique la app de tu dispositivo móvil; llegas, los desbloqueas con tu código de usuario y te lo llevas durante el tiempo que contratas y pagas. 

 

$100M aportan mucha motivación

Si todavía no acabamos de entender demasiado bienesta forma de compartir vehículo que ya está implantada en muchas ciudades, normalmente con vehículos que contaminan poco, de tamaña reducido y con el respaldo de empresas de rent-a-car o fabricantes de automóvil, ahora nos toca abrir más la boca: llega el patinete eléctrico compartido. La empresa Bird es una de las empresas que tiene como centro de su modelo de negocio la puesta a disposición de un patinete eléctrico para sus asociados. Un producto simple y muy efectivo para desplazarse en trayectos cortos dentro de las ciudades y que ya se empieza a ver, a título individual, en muchas de las ciudades españolas. Los chicos de Bird, fundada en septiembre de 2017 están desplegando sus tentáculos desde la soleada Santa Mónica, en California. Lo más llamativo es que acaban de «levantar» 100 millones de dólares en una ronda de inversión, que se suman a los 15 millones anteriores logrados en el mes de febrero. Lo que está por venir es importante, os lo aseguro.

Toda luz lleva alguna sombra incorporada

Y aunque es probable que los mini scooter en forma de patinete sean una solución muy beneficiosa para las ciudades, sobre todo para los desplazamientos en los últimos kilómetros (tienen una autonomía de aproximadamente 25 kilómetros) algunas sombras planean sobre su evolución. Algunas ligadas a los ataques que este tipo de servicios suelen recibir por parte de la competencia, sea en forma de agrupaciones de taxistas, de otras plataformas de movilidad en ciudades o del vandalismo latente en cualquier ciudad; otras directamente con la imagen de la compañía y los aspectos de seguridad para las personas, cuestión que dará más quebraderos de cabeza a los directivos de empresas como Bird y a las autoridades locales de los que probablemente tengan en mente.

Este aspecto, el de la seguridad es muy importante a día de hoy, primero porque las empresas son las responsables de proteger a los usuarios de sus productos ante todo y segundo porque la imagen de los fabricantes se puede ver muy dañada en caso de que estos accidentes se conviertan en tendencia. Los accidentes de jóvenes y adultos con este tipo de dispositivos empiezan a llamar la atención por su proliferación en todo el mundo, incluso ya ha sido noticia que algunas ciudades hayan visto como sus servicios de urgencias se llenaban de usuarios que se habían caído de sus patinetes y hoverboards (el regalo de las últimas navidades). 

Desde Bird el enfoque de la seguridad lo han acometido con un enfoque de marketing. En esta campaña específica de seguridad de sus usuarios lanzada en el mes de enero de 2018 anuncian que regalan un casco de forma gratuita a sus usuarios para motivar la seguridad y el cumplimiento normativo. Sí, pero no. Está muy bien que doten a los usuarios de un casco, sin embargo esto no es suficiente. El casco podrá limitar el daño en caso de que la cabeza del usuario impacte contra un elemento sólido, claro, pero ahí ya será tarde. ¿No sería mucho mejor hacer una campaña más potente basada en informar sobre la mejor forma de utilizar sus vehículos, recomendaciones específicas sobre cómo evitar los accidentes más habituales o sensibilizar sobre la importancia de respetar los lugares por los que circular para garantizar la seguridad de los conductores y los peatones con los que se crucen?

Bird dice en su campaña que cree en la «Safety» como su principal prioridad, pero demuestra que no se lo cree cuando en su perfil de Instagram se encarga de publicar el 90% de las fotografías con usuarios muy cool y fashion montados sobre sus vehículos sin ningún tipo de protección. 

Tienen mucho a favor para desplegar su compañía, han vendido muy bien su proyecto a los inversores, han cuidado la imagen de la marca y están en su momento más dulce. Su fundador, Travis VanderZanden, trabajador de Uber y visionario de la movilidad en las ciudades es un tipo inteligente que sabe lo que una ciudad como Santa Mónica y muchas gemelas de ella necesitan en base a sus problemas de congestión de tráfico y dificultad para el aparcamiento. El proyecto será un éxito y es muy probable que llegue a otras ciudades, a otro países, pero tienen un eslabón muy débil que se llama seguridad. Los usuarios van a tener accidentes y muchos palos les vendrán por ese motivo. ¿Lo habrán considerado lo suficiente? ¿Podrían hacer más en esta fase de lanzamiento de la compañía? Habrá que hacer palomitas y estar atentos.