Ya de vuelta en España y después de haber facturado el iPad de Serantes hacia Ferrol, os cuento mis primeras impresiones sobre el tablet de Apple, tras cuatro días de uso. ¿De verdad es un producto mágico y revolucionario, a un precio increíble, como repitió una y otra vez Steve Jobs en su presentación en enero?
Para probar lo del precio increíble, escogí el modelo básico de 16 gigas. Al cambio, son 400 euros. La sensación inicial al tener el iPad en tus manos, algo muy comentado en los análisis, es que resulta más pesado de lo que esperabas. En mi caso, esa sensación desapareció en cuanto empecé a usarlo: en su funcionamiento todo es ligero y ágil, tan rápido como vimos en la presentación, aunque no tanto como en el anuncio 😉
En la primera toma de contacto me dediqué a navegar, consultar el correo y ver fotos, las tres tareas que más destaca Apple del iPad en su web. También pasé por caja, para descargar libros a través de iBooks, para comprar el último capítulo de Lost en iTunes, y para instalar programas y revistas de la App Store.
Es una gozada la inmediatez con la que la que accedes todo tipo de contenidos y lo directo y transparente que es siempre el proceso. Algo casi mágico si lo comparo con la rutina para descargar y ver en mi ordenador las series que sigo por Internet.
Es lo que esperábamos de un iPhone gigante, ¿no? La máquina perfecta para consumir contenidos (salvo la aplicación de música, una versión cutre de iTunes, mucho peor que la del iPhone) y poco más. Pero como ya comentamos en este blog, yo esperaba mucho más del iPad, esperaba que fuera un nuevo tipo de ordenador personal, tan fácil de usar que no parece un ordenador.
O sea, ¿es el iPad revolucionario?
De entrada, como ordenador, el iPad es bastante raro: se enciende en pocos segundos, las aplicaciones se abren y reaccionan al instante, no hace ruido y no se calienta. Además, es cómodo usarlo en la mesa, en el sofá y en la cama (también es soportbale hacerlo de pie). Ya sólo por esto, la experiencia de usar un iPad es algo nuevo, y hace que resulten incómodas muchas cosas de los ordenadores convencionales.
[Y como anécdota, he comprobado que en los aeropuertos de EEUU no consideran al iPad un ordenador portátil, no hay que sacarlo del equipaje de mano en los estrictos controles de seguridad.]
Pero lo verdaderamente revolucionario del iPad son las aplicaciones, tanto las que incluye Apple como las de desarrolladores externos. (Por cierto, de momento la AppStore para el iPad sólo funciona si tienes cuenta iTunes de EEUU. Supongo que será así hasta el lanzamiento internacional del iPad).
Ya hay estupendas apps para crear contenidos, no sólo para consumirlos. Como en las apps del iPhone, todo se centra en los contenidos, en una buena presentación visual de la información. La interfaz casi desaparece: no hay barras de menús ni ventanas, los botones de funciones sólo son visibles cuando son necesarios. Ej: la barra de favoritos de Safari sólo aparece cuando vas a teclear una dirección. Olvídate de buscar una opción de configuración para «Mostrar favoritos».
¡Contenidos a la vista!
La idea parece buena y en general resulta, pero a veces no encuentras cómo hacer ciertas cosas. Supongo que es por los prejuicios que arrastramos después de tanto tiempo usando Mac o Windows. Porque cuando encuentras cómo se hace, lo ves fácil e incluso más natural. También es natural, aunque nos resulte rarísimo, que en los programas no hay botón para «Guardar documento». Esta ausencia nos puede generar pánico y bloquearnos antes de salir del programa. Pero los cambios se van guardando al instante y cuando vuelves al programa, te abre el mismo documento y en el punto en el que estabas trabajando. Así es muy cómodo salir del procesador de textos, ir al navegador a copiar un párrafo o enlace y pegarlo de vuelta en tu documento. Así funciona Pages, el procesador con el que redacté este post.
En Pages, con el iPad en posición horizontal, sólo ves el teclado y la zona de la página en la que escibes, en el centro de la pantalla. Mucho más natural que el típico procesador de textos, es algo parecido a programas como WriteRoom, para escribir sin distracciones. Quienes encontramos útiles programas como WriteRoom, disfrutaremos del Pages en modo apaisado y en general, del iPad como ordenador unitarea. O mejor dicho, univentana. Porque el iPad sí es multitarea, y mientras te dedicas a otra cosa, pueden ejecutarse en segundo plano tareas como completarse la instalación de un programa, la descarga de música o vídeos de iTunes, la recepción/envío de correo, etc.
Como en el caso de Pages, hay otros programas que aprovechan bien el cambio de modo vertical a apaisado. En general, el cambio sirve para ver unos contenidos de manera individual o en un contexto más general, como pasa con Mail, con Notas o con YouTube. Esta es una nueva posibilidad con respecto a las apps del iPhone, no sólo es que haya una pantalla más grande, en la que caben más cosas.
De hecho, las aplicaciones de iPhone se ven un poco ridículas en el iPad, aunque sean compatibles. Por cierto, mención destacada a los desarrolladores que incluyen en el mismo paquete (y por el mismo precio), la app para iPhone y la versión especial para iPad. En mayoría de los casos hay que comprar o descargar la versión para iPad aparte. Y también mención especial para Adobe, que ha sorprendido con Ideas, una app para hacer bocetos. Este tipo de programas de bocetos y organización de ideas tienen muy buena pinta en el iPad, y creo que podrían ser una de sus killer apps. Aunque algunos tienen un precio que asusta, como los 50 dólares del OmniGraffle, y no los he probado.
Habría que dedicar unos o varios posts a las primeras grandes apps del iPad, las que hacen verdaderamente especial a este nuevo tipo de ordenador, como se ha dicho estos meses, un ordenador con cambio automático.
Ordenador automático, intercambio de ficheros a pedales
En un coche automático no hay palanca de cambios; en el iPad no hay ficheros ni carpetas a la vista del usuario. No hay un Finder ni un Explorador de Windows. Sólo ves los documentos dentro de las aplicaciones con las que los creas. Tiene sentido, dentro de esa idea de un ordenador que se maneja con muchos menos conocimientos informáticos. Pero los coches automáticos tienen que desplazarse por las mismas carreteras que los de cambio manual. Y el iPad tiene que intercambiar documentos con otros ordenadores.
De momento, Apple da tres opciones para intercambiar documentos: o los mandas por correo, o los subes a iWork.com o los pasas a tu ordenador por cable vía iTunes (en un proceso que funciona bien pero requiere demasiados pasos y no es nada intuitivo). Pages, Keynote y Numbers, los programas de ofimática de Apple, no permiten el intercambio de archivos directo vía WiFi, sistema que sí utilizan apps como GoodReader.
GoodReader está siendo un superventas en estos primeros días del iPad, porque resuelve una carencia grave: no puedes pasar documentos PDF al iPad y tenerlos almacenados ahí para luego consultarlos cómodamente, como hace iBooks con los libros electrónicos en formato ePub. Otras carencias serias que vienen de serie con el iPad: no puedes descargar ni subir documentos desde Safari, no puedes copiar documentos desde/hacia un pincho USB, ni tampoco puedes imprimir directamente.
Esperemos que hoy, en la presentación del iPhone OS 4, nos avancen unas soluciones mejores para estas tareas básicas, necesarias para poder usar el iPad como ordenador portátil y autónomo. Sobre eso, también diré que escribir este largo post, con el teclado virtual del iPad en modo apaisado, no ha sido ningún sufrimiento. El teclado del iPad no es sólo una versión ampliada del iPhone: tiene algunas mejoras y espero que siga evolucionando en sucesivas actualizaciones del sistema.
En resumen, tras esta primera toma de contacto, mi sensación es que es el ordenador más rápido que he tenido nunca. Su experiencia de uso es innovadora, más natural y directa que la de un ordenador convencional, más rica y completa que la de un iPhone. Al contrario de lo que se dice, no sólo sirve para consumir contenidos, sino también para crearlos. Pero tiene un problema muy serio: cómo meter y sacar del iPad esos contenidos creados por el usuario. Las opciones son pocas, y alguna muy rebuscada.
El iPad parece hacer magia, es ágil donde los otros ordenadores aburren. Pero falla en funciones básicas que los otros realizan en un pispás.
El iPad, de momento, decepciona si le pedimos que se comporte como los ordenadores convencionales y se lleve bien con ellos. Pero, después de usarlo unos días, yo lo tengo muy claro: quiero que mis otros ordenadores se parezcan más al iPad.
¿Tenéis alguna curiosidad? ¿Queréis que profundice en alguno de estos temas? Nos vemos en los comentarios.
Un saludo,
Fuco
Excelente reseña.
Sólo un apunte. Desde GoodReader puedes abrir una ventana del navegador y descargarte un archivo para verlo cuando te plazca.
Vaya, ya con iPad. Sabes que eres la envidia de media España, ¿no?. Estoy esperando para escucharte en el próximo podcast. A ver tu opinión tras varios días de uso.
Un saludo.
Felicidades.
A mi mañana me llega, me lo manda Samuel de http://usawithinreach.com/
Lo que mas me ha sorprendido es la práctica unanimidad de la gente que lo ha comprado. Todos están encantados, siempre que no se quiera substituir el Macbook con el iPad…
Que lo disfrutes.
Muy buen artículo!!, como siempre en España, todo lo que sabemos y vemos es por videos de 3º personas hasta que llegue aquí, pero como tu bien dices y viendo algunos videos de usuarios de los E.E.U.U. que ya lo tienen en sus manos, tiene que ser una gozada.
¿Sabes si Dropbox ya esta adaptado al iPad?
Un saludo!!
Enhorabuena!
Aún recuerdo la cara que tenía Serantes en el momento de la compra de su iPad en directo desde USA… coincidió a la salida del seminario de exprime tu iPhone que dió en la tienda Play en Coruña. Todo un poema vamos!
El post me ha encantado, una buena review, sobretodo con objetividad, que es al fin y al cabo lo que buscamos.
¿Que tal la experiencia con los accesorios?, no has comentado nada de ellos, no se si al final has cogido alguno.
Un videocast estaría fenomenal, pero sobretodo aprecio el hecho de que la review fuera escrita desde el iPad, como se dice, para muestra un botón!
Un saludo!
PD: Serantes, esperamos tu review del iPad, queremos saber como se comporta bajo el clima de Ferrol!!!
Bienvenido al terruño. Estupendo análisis tras el incómodo Jet Lag. Ya dan ganas de tener el iPad en las manos!!
Saludos.
Enhorabuena, excelente aproximación.
¡¡¡Muy buen análisis!!! Felicidades!!
Tengo una duda con respecto al sistema de archivos, o mejor dicho con respecto a la inexistencia de un sistema de archivos: Dices que desde Pages se puede enviar un documento por mail. Mi duda es si se puede abrir en Pages un documento adjunto que te hayan enviado por mail, es decir la maniobra contraria. Por lo que cuentas creo entender que no se puede… ¿Me lo puedes confirmar? Gracias anticipadas.
Muchas gracias a todos! Me alegra que hayáis disfrutado de este post y que os haya servido para aproximaros un poco más al iPad, no sólo para daros envidia 😉
@Elio
Tienes razón, GoodReader sirve para descargar PDFs. También para descargar adjuntos de correo, conectarse a ordenadores y servidores varios… Es una maravilla imprescindible para el iPad, que se merece un post para explicarlo bien.
@Llorenç
Sí, la verdad es que de momento no puede sustituir al MacBook, pero en estas vacaciones me apaño bastante bien sólo con el iPad, que cubre el uso que yo le daba a un netbook (y me resulta más cómodo y ágil)
@Garytto
Aún no hay la app Dropbox para iPad. Y la versión para iPhone funciona de pena en el iPad. Suerte que GoodReader también se conecta a Dropbox y funciona de maravilla.
@jrbertolo
Hubiera sido perfecto combinar las emociones de Play (Coruña) con el show de la AppleStore (NY), muy muy bien organizado pero un poco frío.
Serantes y yo tenemos los tres accesorios que había a la venta: la funda (me va muy bien), la base Dock (no viene incluida, imprescidible para usar con teclado bluetooth) y el adaptador para salida VGA. Estos dos últimos no los he probado porque estos días no tengo teclado bt ni monitor a mano.
Escribir el borrador de este post en Pages para iPad fue muy agradable. Editar el post en WordPress fue un dolor, tanto desde Safari (es un coñazo moverse por un texto largo dentro de un campo de formulario) como desde la app (hay que teclear el código, sin botones para negritas). Así va, casi sin enlaces 🙁
@ Nacho de la Fuente
Gracias! Todavía no estoy en Coruña. A ver si puedo contarte hoy cosas sobre las maravillosas apps de medios de comunicación
@ phroc
Sí que se puede, y esto sí que es muy cómodo. Si en Mail pinchas (sin soltar) sobre un documento de texto adjunto, aparece la opción de guardar en Pages. Al escoger esa opción ya te abre el documento en Pages, directa y rápidamente
Saludos,
Fuco
Muy interesante reseña y viene a confirmar lo que yo pensaba: un modo nuevo de interaccionar con el ordenador. Me muero de ganas por utilizar programas para crear diagramas y esbozar ideas.
Por otro lado estoy contigo que el sistema de archivos es un poco rudimentario y el nuevo sistema operativo no se hace ninguna ne¡mención a ello
¡ FRIKIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!