Voy a empezar esta entrada como los grandes abuelos empiezan sus historias:
Hace ya muchos años…alguien me dijo que una Palm dejaba de ser Palm para convertirse en una verdadera agenda potente si instalabas en ella una aplicación que se denominaba Agendus. Desde ese día en que asumí ese consejo e instalé el Agendus Pro en mi Palm Tungsten T soy fan número 1 de Agendus, fabricado por Iambic.
Hoy han puesto a la venta en la tienda de la App Store esta aplicación y ya se puede instalar en nuestros equipos por poco menos de 5 EUR, precio que estoy dispuesto a pagar y de hecho pagaré tan pronto deje esta nota para informaros.
El Agendus en Palm era la perfección para mi en cuanto a la relación de Calendario-Contactos-Tareas, veamos lo que han hecho la gente de Iambic para el iPhone y cuánto de útil llega a ser.
Saludos
David Serantes
Gracias Euka por la información.
Pues no tiene calendario, así que no le veo utilidad. La verdad, para gestionar mis tareas prefiero omnifocus. Y para los contactos con la aplicación del sistema me llega.
No sé qué pasará con Agendus (supongo que lo mismo), pero precisamente cuando instalé Pocket Informant en mi iPhone tuve un nuevo ejemplo de cómo Apple me está tocando cada vez más la moral con su obsesión controladora. Resulta que no dejan a terceros acceder al calendario del sistema, por lo que al menos con PI tienes que usar una nueva aplicación de calendario totalmente aparte y sincronizarla por ejemplo con Gcal. La de palos que se llevaría MS si hiciera algo así…
Tiene bastante buena pinta, me recuerda a Daylite Touch pero sin necesidad de suscripciones. Espero review impaciente.
Doalvares: no es obsesión controladora (¿que sentido tiene eso?) sino una limitación derivada del modelo de seguridad: cada aplicación tiene su espacio privado para escribir datos -lo que se denomina un sandbox- exclusivo al que otras aplicaciones no pueden acceder. El implementar copy&paste por ejemplo supuso una alteración de este modelo que ha llevado a una solución compleja técnicamente -de ahí que no esté dispinible desde el primer día- pero que funciona: un espacio seguro común entre aplicaciones encriptado que hace las veces de portapapeles.
Apple quiere hacer del iPhone una plataforma segura desde la base. Ahora mismo la seguridad no representa un riesgo tan grande pero en el futuro seguramente será un problema y la postura de Apple me parece perfectamente respetable: van abriendo funcionalidades a medida que estas se van acoplando al modelo de seguridad.
Gracias por la expliación, Autoy. Aunque en este caso como dices sí que pueda estar más o menos justificado, sí que creo que Apple tiene una importante obsesión controladora respecto a sus productos y que se le permiten, incluso se la defiende, muchas cosas por las que se masacraría a Microsoft, a la que culpa tampoco le falta 😛
Bueno, yo creo que si que hay cosas por las que se puede criticar a Apple de forma justificada -como el esquizofrénico proceso de aprobación de apps cuyas reglas siguen patrones completamente arbitrarios- pero de ahí a que la compañía sufra una obsesión por controlar perjudicando a los usuarios pues hay un buen trecho. Quizás el problema mayor que tiene Apple es que no justifica sus decisiones, muchas veces controvertidas pero que casi siempre tienen una razón de ser. Es probablemente esta falta de «comunicación por vías oficiales» las que les da una apariencia de compañía opaca y es normal que la gente no entienda y se cabree.
…o el truco de las regiones para quedarse con la pasta de los desarrolladores, sobre todo de los pequeños
No hombre, esa pasta la retienen hasta llegar a 250$ y lo inferior a eso se paga a final de año, no es que les estén robando el pan 😀
De todos modos, es cierto que las reglas de contabilidad de USA (como la que pones como ejemplo) son tela y el resto del mundo las tenemos que sufrir.
Sin ir mas lejos algo tan absurdo como el la ley Sarbanes-Oxley, que aquí en España ni nos va ni nos viene, hace que Apple esté obligada -lo creáis o no- a cobrar por las actualizaciones del iPod Touch al no estar sujeto a la modalidad de «suscripción». Lo mismo ocurrió en su momento con los usuarios de Mac que llevaban 802.11n en su hardware pero a los que Apple tuvo que cobrar una cantidad simbólica una vez estuvieron listos los drivers. Echadle la culpa al Tío Sam.