El Mobile World Congress (MWC) es algo que no todo el mundo entiende. Es una feria de tecnología móvil que reúne a todas las empresas relevantes del sector. Es la más poderosa y se celebra en España desde el año 2006, en la ciudad de Barcelona; ha habido muchos rumores en los últimos años sobre la posibilidad de que lo llevasen a otras ciudades, pero hasta el año 2018 podremos contar con él relativamente cerca.
Una feria que reúne a tantas personas como visitantes, alrededor de 90.000 personas se espera que lo visitemos este año, un número realmente impresionante y que además cuenta con la presencia de los principales medios de comunicación especializado; es algo grande y que hay que conocer. Al menos saber lo que es. Es algo demasiado complejo como para definirlo en unas cuanta líneas. He tenido la suerte poder acudir en los últimos cinco años y todavía no soy capaz de entender el alcance de lo que allí se cuece.
La ciudad donde siempre hay sol
Quizá lo más importante es que se lleva a cabo en una ciudad donde el sol está presente durante una buena parte del año. Barcelona es un lugar que reúne lo moderno de una gran ciudad europea y lo tradicional de su historia y desarrollo dentro de España. Y le gusta a todos los que la visitan. Esto es importante. Las empresas, tanto fabricantes de dispositivos, desarrolladores o gestores de redes de fibra, como operadoras móviles, están felices de venir a España. Los profesionales aprovechan para citarse en el MWC y cerrar los acuerdos más importantes para ellos en el próximo año. Es una feria para profesionales y para la prensa. La organización trata de evitar a los usuarios finales. Se cierra su acceso de una forma muy sencilla, con el precio de los pases, que parten de los 749€ y llegan hasta los 4999€.
El usuario final no es lo más importante
En estos días de feria, rodeados de profesionales y de medios, los fabricantes aprovechan para lanzar sus mejores terminales y se llevan así la atención de los medios generalistas que no paran de hablar de «lo último que ha lanzado tal o cual fabricante». Son terminales con Android, con Windows Phone, pero por supuesto nunca con iOS de Apple, Apple no viene al MWC, ya tiene su propia feria. Son terminales potentes, llamativos y que reúnen alguna característica más que el modelo anterior, pocas, no muchas, pero sí alguna más.
Los usuarios finales, los que van a pagar por comprar estos dispositivos que se anunciarán en Barcelona en los próximos días, no los verán hasta dentro de unos meses. No sabrán más que lo que les cuenten los medios a través de los principales canales. Y para esto, a veces, hay grandes colas, empujones para conseguir las mejores imágenes y prisas en ir corriendo de una presentación a otra dentro de la feria. Todo un poco desquiciado si os digo la verdad.
La insistencia de los medios y la frialdad de las marcas
Entre los medios hay clases, por supuesto. Están los que hacen cola para ver la presentación de los dispositivos, que se afanan en tomar fotografías y vídeos para subir de inmediato a sus webs, a sus blogs, o pasar en sus informativos y luego están los que ya tienen los dispositivos desde hace días, que los han analizado a la perfección y tienen sus artículos escritos en espera de publicarlos incluso antes de que acabe la presentación oficial del producto. Esto duele a los que esperan, pero no pueden hacer mucho, da igual su insistencia en las peticiones hacia las marcas, estas no se casan con ellos, se casan con los que les dan más visibilidad. Así, los usuarios finales, se enteran de las características de los productos antes que los propios profesionales que están en la feria atentos a la presentación. Un poco ridículo, pero muy propio de este tiempo en el que se premia el llegar primero, el que llegue más rápido y el que ofrezca mejores cifras de visitas a su página web.
Os iré contando cosas desde allí.
Nos vemos en Barcelona.