La Voz de Galicia
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Tecnología y productividad en movilidad
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Después de un par de años viendo pasar con distinto éxito supuestos competidores del iPhone, desde la HTC Touch, un éxito pero que jugaba en otra liga completamente distinta, al Nokia N97, pasando por otros muchos como el Nokia 5800, la Blackberry Storm o los Samsung F700 y Omnia i900, poco a poco vamos viendo terminales que realmente sí que van recuperando algo de terreno respecto al archiconocido teléfono de la manzana.

Samsung F700

Samsung F700

Cuando Apple presentó su primer teléfono móvil, no solo dejó claro que había quemado muchas etapas recorridas por sus competidores sino que también los adelantó de forma evidente al presentar un terminal que funcionaba con gran fluidez, en el que realmente se podía navegar por Internet y que destacaba por la sencillez de su interfaz. Con el segundo modelo (iPhone 3G) se corregían algunos fallos (conectividad 3G, mejora de los altavoces, conexión de auriculares…), mientras que con el 3Gs, unido a la presentación de iPhone OS 3.0, se solucionaban otros problemas como la baja calidad de la cámara o la imposibilidad de copiar y pegar.

Este se presenta solo

Este se presenta solo

Mientras Apple iba puliendo poco a poco su iPhone, con lo que sus detractores se veían cada vez con menos argumentos, el resto de los participantes en este segmento presentaban terminales como los anteriormente citados que no terminaban de estar a la altura. Las carencias podían venir del hecho de utilizar sistemas operativos que ya habían quedado más o menos obsoletos, bien de un hardware poco pulido o insuficiente o, peor aun, por una combinación de ambas circunstancias.

Sin embargo, últimamente vamos viendo nuevos modelos de estas marcas y muchos nos preguntamos ¿conseguirá este reducir algo la hegemonía del iPhone? Quizás el primer aspirante serio haya sido la Palm Pre, con la que Palm parece haber aprovechado bien lo que tenía toda la pinta de ser su último cartucho. Mientras Microsoft sigue sin presentar una alternativa a la altura, los fabricantes que tradicionalmente han utilizado este sistema operativo, como HTC y recientemente Samsung, han diversificado su oferta presentando modelos con Android como sistema operativo. Si ya las HTC G1 y Dream apuntaban maneras, la HTC Hero da dado un paso más con su interesante interfaz mientras Samsung parece centrarse en mejoras de hardware con su i7500. Por su parte, tras ciertos errores con su primer modelo de esta serie, Blackberry parece apuntarse también a la fiesta con su rumoreada Storm 2.

HTC Hero

¿Cómo ha reaccionado Nokia ante todo esto? En un principio, mostró su típica actitud como el gigante que es, disparando en varios frentes hasta dar con la tecla adecuada. Así, vimos cómo los clásicos Communicator pasaban a la serie S60 de Symbian (lo que para muchos ha sido un tremendo error), cómo nos presentaban un modelo 5800 con sus virtudes, pero muy lejos del iPhone en varios frentes, y cómo probablemente volvían a errar el tiro con el N97, lastrado por un sistema operativo, Symbian, que poco a poco va quedándose obsoleto.

La cosa no solo se quedó en el hardware y en la creciente unificación en torno a la plataforma S60, sino que Nokia siguió pulsando teclas al resucitar y volver a enterrar la plataforma N-Gage o con su paquete de servicios en la nube OVI, que parece mantener a impulsos sin terminar de decidirse a apostar por él.

¿Qué camino seguir?

Hoy tenemos la confirmación de que la casa finlandesa vuelve a intentarlo con una nueva apuesta: el N900 con sistema operativo maemo. Nos detendremos a analizar más pormenorizadamente este terminal en otra entrada, pero si las principales críticas al N97 eran su limitada potencia y la utilización de Symbian, parece que ahora sí que tenemos una apuesta mucho más seria con este terminal, más potente y con un sistema operativo completamente renovado.

N900 el Esperado

N900 el Esperado

No todo es hardware (muchos terminales con características espectaculares han pasado con más pena que gloria) ni creo que tampoco el sistema operativo sea absolutamente decisivo si no viene acompañado por un conjunto de aplicaciones como las que presenta el iPhone (muchas, algunas buenas y por lo general muy baratas). Probablemente también nos movamos más de lo que creemos por modas y por elementos tan subjetivos como “el encanto de la manzana”, y quizás a partir de ahora podamos ver mejor cuáles son los elementos fundamentales del éxito o fracaso de un terminal y una plataforma.

Parece que ya tenemos la fiesta montada y que han llegado casi todos los invitados. Se echa en falta a algunos más, como Motorola y Sony-Ericsson (que quizás traigan terminales Android para hacerse merecedores de una invitación), pero probablemente ya tengamos quórum y haya llegado el momento de preguntarse: ¿Tenemos por fin competidores dignos para el iPhone?