La Voz de Galicia

A propósito de Pennac y el mal de escuela (2)

Bastantes años atrás me hicieron intervenir repetidamente en un curso que impartía mi universidad para profesores jóvenes. Era sólo una sesión de dos horas sobre asesoramiento de alumnos. No sabía qué decirles –yo era joven también– y les contaba historias que me parecían ilustrativas de cómo son los estudiantes, cómo los profesores y cómo deben relacionarse.
Pero en el fondo, querían algo más teórico o más práctico. Querían un método, sobre todo los que procedían de Pedagogía. Llegado ese momento, ya me atrevía a pronunciar la única abstracción de la que estaba realmente seguro, pero que callaba al principio por miedo a parecer cursi: “Se trata de quererles mucho, y de volver todos los días a casa con las manos en los bolsillos, silbando”.
Obviamente, como tantas veces, no hablaba de lo que yo hacía, sino de cómo pensaba que deberían ser las cosas. Además, no me gusta silbar.
Hubiera … Seguir leyendo

Todo hierro

Hace años dije en una entrevista que a escribir se aprende por envidia. Solo el capaz de tal vicio puede sentir dolor ante un texto ajeno y pensar o decir: «Esto debería haberlo escrito yo». Esta envidia compareció de nuevo ayer al ponerme con el último libro de Ander Izagirre (Cuidadores de mundos, Altaïr 2008): veinticinco reportajes que se leen como veinticinco cuentos, con la diferencia de que los protagonistas, los paisajes y los hechos son reales, aunque parezcan obra de un fabricador de leyendas.
Sorprende mucho su modo de narrar: escueto, fluido, con palabras viejas que parecen adquirir textura, brillo, densidad y significado nuevos: «Si el mineral extraído contenía mucho hierro, los mineros cobraban paga extra. Por eso se pasaban la noticia con un grito triunfal: «¡Alirón!, ¡Alirón!» Eran las palabras que los químicos ingleses habían escrito con tiza en el mineral: «All iron». ¡Todo hierro!» No … Seguir leyendo

Lectura de prensa atrasada

Estos días fuera han ido apilando sobre mi mesa mucha prensa sin leer. Doy cuenta de aquellos artículos o columnas que más me han interesado:

-«Elogio y elegía de un profesor», de Olegario González de Cardedal. Dice, por ejemplo:

«¿Qué ha ido segregando el sistema que tras esos decenios sufre un desangramiento interno, convirtiéndolo en el primer problema de nuestra sociedad? Problema porque se ha quebrado la ilusión de muchísimos profesores que habiendo ido a la enseñanza con una admirable generosidad y entrega para formar personas, tras largos años de ejercicio han ido viendo desaparecer su gozosa implantación en la aulas, sustituida primero por la distancia, luego por la incomodidad, finalmente por el temor y el miedo. La formación en cualquiera de los órdenes que acontezca se basa en el régimen de confianza, de audiencia y obediencia como primer paso; nunca de sospecha. El viejo lema («Addiscentem oportet credere»: «el … Seguir leyendo

Imperios mediáticos

S. McCoy escribe sobre la crisis de Prisa y Mediapro. El PSOE de Zapatero, viene a decir, quiso conformar un nuevo aparato mediático amigo, pero la consecuencia puede ser la gravísima crisis de las dos empresas que los sustentan: la antigua y la nueva.

El artículo, plausible, porque ambos grupos de comunicación navegan con números muy contrarios, merece la pena, aunque no esté a la altura de otros análisis de McCoy: La muerte dulce, o no tanto, del sueño mediático de Zapatero.

Termina recomendando A Penela. Tiene gracia.… Seguir leyendo

Gente maja y bombas de relojería

Hace dos o tres años tuve que dar una charla a un grupo de chicos que se graduaban. Intervenían varias personas y debía hablar sobre qué se supone que las empresas esperaban de ellos.

No sé si mi brevísima intervención gustó a los profesores -que no me dijeron nada- ni a los chicos -que también callaron-, pero apasionó a algunos padres. Resumidamente dije que las empresas dan mucho valor a la gente normal, con ganas de entenderse con los demás y sentido positivo, gente con capacidad de aprender y de cohesionar, gente amable y acogedora, que se fija en las virtudes de los compañeros antes que en sus defectos, que se preocupa más por las soluciones que por los problemas.

En el fondo quise decir, pero en Galicia no se dice, gente maja. Lo recordé al leer el artículo que publica hoy Leopoldo Abadía.

Al lado puede encontrarse el de … Seguir leyendo