La Voz de Galicia

Con una tensión lingüística creciente, celebraremos mañana el Día das letras galegas. Pienso que deben tenerse en cuenta siempre dos principios:

1. La lengua que está en peligro es el gallego, no el castellano.

2. No se puede/debe imponer un idioma.

Resulta difícil conciliar ambas premisas, porque la solución fácil para asegurar la primera consiste, precisamente, en la segunda. Pero me parece que somos capaces de fórmulas más imaginativas y eficaces, ya que la imposición, a la larga, siempre resulta contraproducente.

De ahí que celebre las palabras que ayer escuché del Presidente de la Real Academia Galega, Xosé Ramón Barreiro: «Que superemos sempre as discordias entre nós, que os que apostemos pola cultura galega saibamos que non estamos apostando por ningunha fórmula ideolóxica ou política; que defender o galego non é defender as teses de ningún partido; que defender a cultura galega é defender aquilo que constitúe a argamasa que nos une» (leer más).