La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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Seguro que ya lo saben. Mañana, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), que representa a más de 4 millones de personas con discapacidad, ha convocado,  en el marco del Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad (que se conmemora el 3 de diciembre) actos en toda España (en Galicia será en Santiago de Compostela), con el objetivo de defender los derechos de las personas con discapacidad y sus familias.

Bajo el lema ‘#SOSdiscapacidad ? Derechos, Inclusión y Bienestar a Salvo‘,  miles de personas con discapacidad y sus familias,  voluntarios, profesionales y simpatizantes,  se concentrarán para unirse ante la «inquietante» situación que atraviesan, agravada por la crisis y las decisiones políticas de regresión de derechos y de debilitamiento del precario nivel de cohesión y protección sociales alcanzados por España. Les dejo el argumentario de esta campaña de la que por desgracia tendremos tiempo de seguir hablando en el futuro.

Como este es un blog optimista, hoy tenemos la oportunidad de conocer como viven con infinitamente menos recursos personas con discapacidad en Marruecos y de ver que el dinero invertido en cooperación al desarrollo llega a su destino y sirve para mejorar la calidad de vida de muchas personas.

Es un día feliz. En Manos Unidas empecé hace años en estas aventuras de la lucha contra la pobreza. Fue mucho lo que aprendí y lo que admiré (y admiro) el ejemplo y compromiso de las mujeres que llevan casi toda su vida militando en esta lucha por los derechos de todas las personas.  Hoy les dejo con una de ellas,  Mª José Fernández Cervera, la delegada de Manos Unidas en Santiago de Compostela.

Muchas gracias, Mª José.

 

EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Hace poco he estado en Marruecos para conocer los proyectos de desarrollo que Manos Unidas tiene en el norte del país. Ha sido un viaje impactante que ha reforzado aún más mi compromiso.

Estuvimos en Tánger visitando una escuela taller de corte y confección para mujeres, una guardería para hijos de madres trabajadoras, procedentes del servicio doméstico o de la fábrica de gambas, (pelando gambas congeladas a toda velocidad para que no se descongelen, llegando a tener necrosis en los dedos) y una casa de acogida “DAR TIKA”, La Casa de la Confianza, para niñas de entre 7 y 13 años en riesgo de exclusión social, hijas de mujeres prostitutas y niñas procedentes del servicio doméstico, a veces víctimas de abusos o puestas en la calle acusadas de robo. Las religiosas que dirigen el proyecto han conseguido ganarse la confianza y el respeto de la gente, y hasta el rey ha emitido un decreto para que fiscales y jueces les envíen a las niñas, difícil tarea en un estado confesional islámico.

Pero en este día me gustaría hablar de otros dos proyectos : EFFETAH. Y HANAN.

Proyecto EFFETAH

Effetah es un centro de las Franciscanas para niños con distintos grados de discapacidad auditiva, severa y profunda, anterior a la aparición del habla, procedentes de familias muy numerosas y muchas veces analfabetas.

Pretenden rehabilitar a los niños con sordera para su integración familiar y social ya que el país no tiene desarrollada ninguna política educativa al respecto. Allí les enseñan a hablar en árabe y español, además de la lengua de signos.

Este centro ha sido pionero en este campo, Francisca, excelente profesional y mejor persona, se desvive para conseguir los audífonos y logra que cada año vaya un equipo de otorrinos para examinar a los niños. La visita nos sorprende con una cámara para audiometrías forrada con hueveras, pintadas de azul y un taller de repostería para que los mayores aprendan un oficio.

Hanan - Centro de Atención Temprana

El Centro HANAN de Tetuán es un proyecto dirigido por una ONG marroquí para la Infancia Discapacitada, tanto física como psíquica. Un colectivo desfavorecido, que pasa por la incomprensión y la marginación general, sin posibilidades de inclusión social.

Es un centro financiado por la Cooperación Internacional en terrenos cedidos por Hassan II.

Nos impresionan los talleres de formación profesional para 570 alumnos, ebanistería, pintura, orfebrería, costura para las chicas… y sobre todo la tarea que desarrollan de sensibilización de la población marroquí para lograr una mayor aceptación las personas con discapacidad de cara a una integración familiar y social.

Aunque cuesta admitir los cambios, las nuevas pautas de inclusión social aconsejan suprimir el internado porque aisla a los chicos y en el nuevo Centro de Atención Temprana ya se trabaja con niños más pequeños y en contacto con sus familias.

 

Cerca de Tetuán también visitamos los proyectos de Desarrollo Rural en la Comuna de Beni Harchen, seis pozos con sus correspondientes lavaderos y dos escuelas que pretenden mejorar las condiciones de vida de unas 240 familias, en un rural muy deprimido que origina una gran emigración hacia las ciudades.

Centro Hanan

Nuestra contraparte marroquí, la asociación AMED, es un ejemplo de buen hacer, las Escuelas de Beni Harchen y Merkal nos conmueven, la acogida festiva y su agradecimiento hace que nos sintamos felices pero abrumados.

La gran sorpresa es un aula abarrotada de mujeres que han descubierto lo que significa para sus vidas leer y escribir: “ ya se coger el autobús sin preguntar” “ya no me engañan al comprar naranjas”, nos dicen entusiasmadas.

El pozo y los lavaderos completan los proyectos de Beni Harchen: agua para beber y para la escuela y el dispensario y lavaderos que facilitarán la vida de las mujeres.

El viaje continúa y por las montañas del RIF llegamos a Alhucemas, desde siempre marginada, sin inversiones en educación ni sanidad.

El último proyecto es un dispensario rural que promueve, nuestra contraparte, la Asociación para el desarrollo y la Cooperación de Izenmouren. Al centro acuden multitud de mujeres para hacerse los controles de embarazo con el ecógrafo que ultimamente ha financiado Manos Unidas.

El viaje finaliza pasando a pié la frontera de Melilla, impactante por la cantidad de gente y coches que se amontonan y la tensión que hace temer una avalancha. Nos sobrecoge la visión de las mujeres porteadoras “LAS MULAS”, 100 kilos a la espalda cada día de Melilla a Nador, cumpliendo con los“requisitos” correspondientes.

Desde el aire sólo la valla que impide el paso de los inmigrantes enturbia la visión de esta preciosa ciudad.

 Mª José Fernández Cervera