La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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Un fin de semana más una deliciosa pareja de niños vecinos, Marcos y Daría, se han despertado a las 8 de la mañaña y como es habitual, me han despertado también a mi.  ¿Que cómo se sus nombres-aunque los que he escrito no son reales? pues por los chillidos que los energúmenos de sus padres les meten para intentar que se callen…

No voy a hablarles aquí de lo que se me ocurre hacerles a estos padres (a los niños nada, angelitos…), dejarlo escrito podría comprometerme judicialmente. No estaría muy lejos de las palabras que hace años escuché, en un momento de catarsis, a tres concejalas de servicios sociales, hartas de tener que hacer de mamás suplentes porque los inútiles de centenares de padres y madres de adolescentes con picores habían dimitido de su responsabilidad y consideraban que hacer el botellón en la vía pública era casi un derecho o en todo caso algo que no iba con ellos.

Lo he escrito suave, pero seguro que esta sensación también les suena y mucho a miles de profesores y profesoras que padecen este mal ejemplo diariamente.

¿Y esto que tiene que ver en un blog que pretende hablar de lucha contra la pobreza o la exclusión? Pues yo creo que mucho.

Children see. Children do: Como lo ven. Asi lo hacen. Dicen en este video de la organización Child Friendly

¿Cuando dar ejemplo dejó de ser una norma para las personas adultas?

Desde la infancia compartir es algo natural. Y compartiendo podemos combatir el hambre.

No lo digo yo, lo dicen en la  nueva e ingeniosa campaña de Acción contra el Hambre «Experimento comparte«.

Jeremy Irons se  enfurecía hace meses al hablar del hambre. ¿Cómo no hacerlo? En un planeta que podría producir alimentos suficientes para todos y en el que la desnutrición infantil es una enfermedad que podría evitarse, 55 millones de niños y niñas sufren desnutrición aguda y 3,5 mueren por no poderse permitir el tratamiento.

Pero la solución está en nosotros, nos dicen, y es algo que llevamos haciendo desde la infancia. La clave, como me enseñaron y como decíamos también en Manos Unidas hace mas 20 años, está en compartir.

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