La Voz de Galicia
Hablando de riqueza, pobreza, exclusión y con quienes no quieren quedarse al borde del camino
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Dibujos: Toni Puig

En esto de la cooperación y la lucha contra la pobreza, la mayor parte de lo que se lo aprendí trabajando junto a personas como Jesus Medin, Marta Sopeña, Chino Vidal, Xavier Almuiña, Pepa Vazquez, Ramón Ferreño o Xosé Antón , cuando impulsamos la primera y exitosa delegación de Intermon Oxfam fuera de Cataluña. Con estas personas (y con don Anxo Moure y alguna otra), aprendí valores como el compromiso, esfuerzo, la constancia, la austeridad o la imaginación a la hora de intentar transformar una realidad injusta.

Hoy les dejo un artículo de Ramón Ferreño. Le pedí que desde su experiencia intentara luchar un poco contra esta cabreante sensación de abatimiento que observo en muchas organizaciones y personas, como si sólo se pudieran hacer cosas, en la educación para el desarrollo o en la movilización social, con el apoyo de la administración de turno.

Que nos contara y recordara como sobrevivir tras el estallido de la burbuja solidaria.

Gracias, Ramón

¿CRISIS, OPORTUNIDAD, DESAFIO !

Hace unos días asistí a una conferencia de Toni Puig en A Coruña. No es momento de sintetizarla, pero sí de hacer mención a una de las ideas que planteaba con más fuerza: las organizaciones sociales han de lograr ser consideradas como imprescindibles por las instituciones y la ciudadanía, de modo que, una vez logrado, no han de preocuparse por la financiación, les vendrá dada por que son “queridas”. No se trata de una cita textual, solo de una de las ideas que el conferenciante planteó en ese momento.

Sabemos que estamos en tiempos de “crisis” y que la financiación para programas sociales, de cooperación,…han bajado y bajado; el llamado Tercer Sector se está tambaleando, perdiendo puestos de trabajo, capacidad de intervención, etc.

Pensando un poco sobre esta situación he de tirar de memoria para ver que la situación no es nueva, lo “raro” fueron esos años de financiación extraordinaria, de organizaciones creciendo sin parar a la sombra de la financiación pública repartida por toda la geografía española. Recuperemos el contexto de las décadas anteriores, luchando por cada “peseta” y los primeros euros, esforzándonos en sensibilizar a las administraciones y la sociedad de lo imprescindible que era el 0,7%??? Ni siquiera en los años anteriores de bonanza se ha llegado a ese compromiso manoseado hasta la saciedad. Creo que hemos salido de la crisis, para volver a la normalidad más absoluta, aunque duela y reviente, normalidad.

Se abre un nuevo escenario de oportunidades para lograr cambios, eso sí invirtiendo el capital del que disponemos, el de siempre: “capital humano” comprometido con las ONG en las que participa, quizá sea necesario recuperar un poco de compromiso hacia el voluntariado y del voluntariado, también, recuperando la idea inicial de Toni Puig, de trabajar para que nos perciban como imprescindibles, vamos que la sociedad en general nos “quiera”. Hasta ahora creo que las ONG no han pasado de ser “simpáticas”. Como pasar de una situación a otra es, sin duda, un desafío importante, apasionante diría yo, precisamente por lo complicado que se presenta.

Desde mi punto de vista, el desafío planteado: Lograr que las ONG sean queridas por la sociedad (logrado, la financiación llega como consecuencia) se supera a través de la EDUCACIÓN, cuestión un tanto olvidada en los últimos años de bonanza económica. Hemos de devolverle el lugar central que le corresponde entre las prioridades de las organizaciones. No entendida como acciones concretas que se desarrollan en momentos específicos y orientados a la sensibilización; superando la idea de que la educación concierne a los centros de enseñanza y para ellos preparamos actividades y propuestas. El “desafío” actual pasa por diseñar programas de educación destinados a la sociedad en general, propuestas nuevas, creativas, inteligentes, atrayentes,..Estrategias de “ligue”, al fin y al cabo buscamos que la sociedad “quiera” a las ONG y por tanto las valore como imprescindibles, de ser así ¿No se preocupara de mantenerlas fuertes y sanas?

Superada la crisis de excesos, aprovechemos las oportunidades que se nos brindan en un contexto que es el propio de las ONG (pocos fondos, austeridad, problemática social, paro,…), seguro que somos capaces de superar todos los desafíos presentes apostando por la EDUCACIÓN con convencimiento.

Mucho ánimo.

Ramón Ferreño Mariño