La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Capacidad de reacción

Los blogs y los medios digitales volvieron a demostrar ayer, al conocerse la catástrofe de Barajas, su agilidad y su capacidad para reaccionar ante un suceso aportando de inmediato documentación, recursos y enlaces para acceder a información fiable sobre el modelo de aparato siniestrado y las circunstancias del accidente aéreo. La Red y la blogosfera, tan alejadas de la burocracia interna que todavía lastra algunos grandes medios (lo de ayer en TVE es alarmante), fueron desde el primer momento la referencia para saber a qué atenerse. El trabajo de los compañeros de la edición digital de La Voz y los posts de Wicho en Microsiervos y de Ramón Salaverría en e-periodistas son buenos ejemplos de esta capacidad de reacción. Dicho esto, por supuesto, hay que quitarse el sombrero ante la labor desarrollada a pie de obra por los redactores de radios, televisiones y periódicos (como los compañeros de La … Seguir leyendo

Dos interrogantes

Algunos lectores me han interrogado últimamente sobre dos detalles de la cabecera del blog. En primer lugar, los internautas de más allá del Padornelo se preguntan qué demonios es eso de farrapos de gaita. En efecto, es una expresión estrictamente gallega y de difícil traducción, pero vamos a intentarlo. Literalmente un farrapo es un harapo, un trozo de tela muy gastado, vaya. De ahí, que a esos flecos que cuelgan del roncón de la gaita (el tubo largo, para entendernos), y que suelen andar algo sobados, les caiga el título de farrapos de gaita. Pero siempre hay vida más allá de lo literal, así que la expresión ha cobrado vida propia. El Diccionario de la Real Academia Galega lo explica así (la traducción es del menda): «Farrapo de gaita. Se emplea en construcciones negativas para mostrar el poco aprecio que se le da a algo o a alguien, … Seguir leyendo

Se vende América

Se vende América. No el continente, vaya, pero sí su dominio más obvio en Internet (www.america.com), que a estas alturas de la película virtual es casi más tangible que las montañas Rocosas. El propietario de la suculenta combinación de letras no es un descendiente del italiano Vespucci, sino un agudo inversor que prefiere permanecer en el anominato. El tipo, que encima parece que ni siquiera es yanqui, ha sacado a subasta la palabreja con la idea de pulverizar el récord que en su día se marcó el dominio de dominios (que contiene la palabra sex), por el que se apoquinaron en el 2006 nada menos que 12,5 millones de dólares (una tontería, vamos, unos 8 millones de euros). El precio de salida para la reñida puja por América, una bagatela. Un millón de dólares. Poca cosa por todo un continente.… Seguir leyendo