La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Muere Moebius, el poeta del cómic

Había tomado su nombre de un matemático alemán del siglo XIX, August Möbius, el descubridor de la banda que lleva su apellido y que constituye una sutil rareza geométrica, ya que es una superficie no orientable. Tampoco admitía orientación el segundo Moebius, nacido como Jean Giraud en París en 1938 y que ayer falleció en el mismo paisaje urbano. Era uno de los gigantes del cómic del siglo XX y dinamitó los cánones del tebeo clásico con una apuesta sin límites por la libertad creativa que abrió de par en par las puertas del género a autores que no encajaban en las antiguas viñetas.
Uno de aquellos herederos es Miguelanxo Prado (A Coruña, 1958). El autor de Trazo de tiza confiesa que su vocación nació al sumergirse, entre otras, en las páginas de Moebius. «Foi un dos motivos polos que eu rematei facendo banda deseñada. A súa é unha das … Seguir leyendo

O dicionario vermello

Aínda conservo a sétima edición daquel Diccionario Galego-Castelán de X. L. Franco Grande coa capa vermella. Está forrado, como todos os libros da escola, e leva escrito na primeira páxina, coa caligrafía infantil da EXB aínda lexible, o meu nome e, debaixo, un 6.º A que delata o curso no que comezaron, na miña infancia urbanita ata as cachas, as clases de galego no cole. O volume, rematado de imprimir no prelo da editorial Galaxia o 15 de xaneiro de 1982, cumprirá mañá trinta anos e, malia os cambios de normativa e de política lingüística polos que cruzou o galego durante estas tres décadas, segue a constituír un fermoso tesouro do idioma, porque é un dos contados compendios nos que un pode atopar aínda aquelas palabras que, sen axustarse estritamente ás leis oficiais, seguen habitando as páxinas dos libros antigos e o galego oral.
No dicionario vermello eu aprendín a … Seguir leyendo

Libertad, de Franzen

Libertad es una gran novela. Incluso podría decirse que es una novela extraordinaria por su inteligente introspección en el paisaje humano y moral de la sociedad norteamericana contemporánea. El aclamado autor de Las correcciones, Jonathan Franzen (1959), planta su microscopio sobre la familia Berglund y, a lo largo de casi setecientas páginas, exhibe músculo y neuronas para componer un minucioso retrato de ese mundo fragmentario y de «pensamiento sin centro» en el que habitan Walter, Patty, Jessica y Joey Berglund y la entrañable fauna que orbita a su alrededor, entre la que sobresale el golfo roquero Richard Katz, amigo del paterfamilias Walter desde la Universidad (pequeño detalle que no impide que tenga un fulminante lío con su desnortada esposa Patty).

El único problema con Libertad y sus precisos engranajes narrativos es que a los chicos de
márketing se les ha ido la mano (por decirlo muy suavemente) con la … Seguir leyendo

Algo más que caspa

El márketing, disciplina que por su capacidad de fabulación lleva camino de convertirse en una de las bellas artes, nos ha bombardeado durante las últimas semanas con el lanzamiento de Torrente IV al hiperespacio comercial. Si uno se queda en la letanía publicitaria puede llegar a tragarse que el cine español no empieza con José Sellier, sino con Santiago Segura y su carpetovetónico sabueso. Pero un simple vistazo a los registros del Ministerio de Cultura zanja la sospecha: entre las diez producciones nacionales más vistas de la historia solo se cuela un Torrente (Misión en Marbella) en el tercer puesto. El resto es un retrato bastante certero del ruedo ibérico: tendido de sol y de sombra. Hay caspa por arrobas, claro, pero en lo alto del ránking no está Paco Martínez Soria, sino el exquisito Amenábar con Los otros.… Seguir leyendo

El arte del simulacro

El simulacro se impone, desde hace lustros, en el arte. Da un poco igual si, en medio de una moderna galería, uno planta una tijera de capador, un meadero de pared, un arado romano o un reloj de cuco. Lo que de verdad marca la diferencia entre esos artilugios no es su belleza, ni su complejidad técnica, sino el discurso conceptual que uno se monta alrededor del cacharro. El mismo sendero han recorrido con provecho otras disciplinas, como la arquitectura, que alza edificios que son todo pellejo y muy poca chicha, aunque al inmueble se le adjunta luego un dossier con mucho argumento teórico que rellena los orificios que dejó el arquitecto sobre el plano.

Pero los que han elevado el simulacro a la categoría de lo absoluto no son ni los filósofos, ni los artistas contemporáneos, ni los arquitectos, ni siquiera esos escritores que ya poco importa lo que … Seguir leyendo