La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Con todo este lío de la energía eólica caemos en una curiosa paradoja: para salvar el medio ambiente estamos destrozando el paisaje, al clavar esos ultramodernos molinos en los que, hasta hace poco, eran algunos de los rincones más hermosos del globo, como esas sierras que se otean desde el impagable cabo Ortegal, ahora infestadas de aspas. Hay pedazos de tierra donde lo único que debería crecer son los tojos, no los megavatios.

Me temo que va a tener razón Ramón Gómez de la Serna (y, por alusiones, Cervantes y don Quijote), cuando escribió aquella fulminante greguería: «Lo bueno sería que al final se descubriese que los molinos no son molinos, sino gigantes». Pues resulta que sí, que son gigantes.