La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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https://www.youtube.com/watch?v=tAsJOh_haMs

No hace falta cruzar el Atlántico y luego el continente, de océano a océano, para descubrir Los Ángeles. Charles Bukowski nos lo enseña gratis en este singular viaje por sus rincones favoritos de Hollywood. Moteles, bares, licorerías, sex shops, esquinas (muchas esquinas, se ve que Hollywood está lleno de esquinas, hay un sinfín de esquinas que doblar en Los Ángeles) y apartamentos donde se escondía de alguna mujer, o de una banda de matones, qué sé yo, o de la muerte, que venía a cobrarle las mil y una facturas impagadas.

A bordo de un descapotable, como un millonario cualquiera de Sunset Boulevard, Bukowski va escrutando los lugares de los hechos, mientras el espectador asiste, asombrado, a la sucesión de garitos, carcajadas y anécdotas. El escritor cuenta, por ejemplo, cómo una pitonisa leyó en la palma de su mano que era un alcohólico, augurio que le costó cinco dólares, cómo le patearon el culo en un bareto o cómo una casera le puso de patitas en la calle, que, como apostilla el poeta, es precisamente donde está la gente, donde se cuece la vida, es decir, todo. Y donde está también su poesía, su literatura callejera: sobre la acera, sobre el asfalto, sobre la barra de un tugurio o en el umbral con neones horteras de un motel de los suburbios.

Y, como remata Charles Bukowski al echar el cierre a este Hollywood Tour, ya no hace falta viajar a Los Ángeles, porque el poeta noctámbulo nos lo ha contado todo.