La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Vale. Ya no aguanto más. Estoy de vacaciones hasta el 1 de octubre. Correcto. Pero el blog es caso aparte. Se merece unos mimos, que lo tengo abandonado desde hace más de quince días y se pone triste, el colega coge herrumbre y luego no marchan los engranajes. El blog es casi humano, aunque algunos apocalípticos no lo crean. Por ejemplo, el blog encaja en la definición aquella de ser vivo que estudiábamos en el cole: nace, crece, se reproduce (vaya si se reproduce) y muere.

Paro, que me estoy poniendo patafísico. Para ir calentando motores, aquí va un inicio de novela legendario. Es el arranque de Pregúntale al polvo, de John Fante. Oro puro. Habla Arturo Bandini, aspirante a escritor:

«Cierta noche me encontraba sentado en la cama de la habitación de la pensión de Bunker Hill en que me hospedaba, en el centro mismo de Los Ángeles. Era una noche de importancia vital para mí, ya que tenía que tomar una decisión relativa a la pensión. O pagaba o me iba: es lo que decía la nota, la nota que la dueña me había deslizado por debajo de la puerta. Un problema relevante, merecedor de una atención enorme. Lo resolví apagando la luz y echándome a dormir».

(Pregúntale al polvo, John Fante, editorial Anagrama, traducción de Antonio-Prometeo Moya y prólogo de Charles Bukowski).

Por cierto, ¿hay alguien por ahí?