La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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pollack2.jpgLos cineastas, debe de ser cosa de un arte creado para las multitudes, nunca mueren solos. Tras palmarla hace unos días Charlton Heston, ahora se nos va Sydney Pollack, otro de los grandes, que amaba tanto el celuloide que no sabía estarse quieto ni delante ni detrás de la cámara, así que fue de todo: actor, director, productor y lo que le echasen. Así creció su enorme filmografía, más propia de otros tiempos, de cuando Hollywood era Hollywood y todavía no había sido tomada al asalto por una banda de oficinistas obsesionados con cuadrar las cuentas. Como si el cine fuese cuestión de cuentas.

Se nos ha ido Pollack, el director de Las aventuras de Jeremiah Johnson, Tal como éramos y las célebres Tootsie o Memorias de África; el actor, por poner solo un ejemplo, de Maridos y mujeres, de Woody Allen, uno de los últimos grandes que nos quedan del lado de acá de la pantalla.

Pero, como siempre que perdemos a uno de los gigantes del cine, lo mejor es dejarse de historias y poner en el DVD una peli del gigante. Por ejemplo, si la tenemos a mano, Las aventuras de Jeremiah Johnson, con Robert Redford, el actor talismán de Pollack, de protagonista. Que hablen Jeremiah y su rifle.