Vi la sesión verpestina del debate en un bar de polígono industrial. Sin Internet, solo con una libreta, asistí al combate dialéctico subido de tono entre Zapatero y Rajoy. Creo que hubo mucho ruido, pero pocas nueces. Del debate no saldrá ningún gran pacto contra la crisis. Ahí van algunas de mis notas.
- Zapatero anunció ayer un batiburrillo de medidas-parche. Aún le falta un plan. O al menos no nos lo ha contado. Alguna de esas medidas –la desaparición progresiva de las desgravaciones fiscales por adquisición de vivienda- tenía que haberla implementado hace cinco años, cuando llegó a la Moncloa. Iban en su programa. Pero no se atrevió a empezar a desinflar entonces la burbuja inmobiliaria. Ahora pagamos las consecuencias. Es su responsabilidad. Y debería asumirla sacrificando un hipotético tercer mandato haciendo las políticas impopulares, duras y de ajuste, que necesita el país (no estoy hablando, por supuesto, del despido libre).
- Con todo a su favor y aunque arrancó muy bien, Rajoy no puede decir en voz alta y sin rubor que ha ganado el debate. Ni mucho menos. Más bien lo ha perdido. Por su escasa capacidad de hacer propuestas. Por su nerviosismo. Por sus excesos verbales («Pero si ustedes no saben leer», increpó a los diputados socialistas). Por ir siempre a rebufo de Zapatero, que dominó la escena y metió en un brete a las comunidades autónomas. ¿Por qué no da más de sí?
Creo que a túa análise é bastante ecuánime, pero quero facer algunha matización. É un tópico recurrente «magnificar» o século XVI español e «demonizar» o século XVII, pero unha análise rigorosa mostra que os «culpables» de que un Imperio de tal magnitude acabara en nada foron os «laureados» Carlos I e Felipe II, tal e como xa indicaron moi ben os ilustrados franceses no XVIII. Pois igual está a pasar agora: foron os goberno de Azar (e Rato, e Rajoy…) os que estableceron un modelo de desenvolvemento español centrado no ladrillo, pese á existencia de voces (iso sí, minoritarias) que o cuestionaban e denunciaban. Foron eles os que facían gala de «superávit» sen aclarar que era en base ás grandes axudas que chegaron de Europa e en base á venda de empresas públicas (unha nova desamortización).
Creo que a «política» está impedindo analizar a realidade (igual que se esquece que Rodrigo Rato dirixiu o FMI e, digo eu, que algo vería ou non?).
Por último, non estaría de máis recordar que aquí en Galicia o Bipartito tomou medidas que puxeron freo a ese modelo baseado no ladrillo (a Deus grazas!) e que, cando o fixo, só escoitou críticas e descalifacións por moitos «entendidos».
Amén a todo o que dixeches. Sempre lamentaremos en Galicia o (mal)uso ao que se destinaron os millóns de Europa.