La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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A Mariano Rajoy le llueven las encuestas favorables estos días. Si se celebraran elecciones generales, dicen, sería presidente del Gobierno. Debe andar preocupado. Y no porque sea la crisis la que le da alas, sino porque la próxima batalla por la Moncloa en las urnas queda lejos, muy lejos. No llegaría hasta el 2012. Salvo que Zapatero quiera adelantarla, claro.

La política tiene una parte de ciencia y otra de arte. Hay que estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Ni un segundo antes ni después. Quizá a Rajoy -tan preocupado él con la crisis- el éxito le llega demasiado pronto. Y  Tal vez en el 2012 sea tarde. ¿O no?

Ante esta disyuntiva, ¿por qué no especular y darle pábulo a la posibilidad de presentar una moción de censura sin visos de prosperar ( ni siquiera en el hipotético caso de que el PNV y CiU se unan a los populares)? Mariano buscaría causar el mismo efecto que la presentada en su día por Felipe González contra Suárez: demostrar que es una alternativa sólida para gobernar. Pero correría el riesgo de que le pasara lo mismo que a Hernández Mancha: precipitar el fin de su carrera política.

Siempre hay que tener cuidado con las mociones y los referéndums que se hacen para buscar repercusión mediática: pueden explotarles en la cara a quién aprieta el gatillo. Que se lo digan a Ibarretxe.