La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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No eran candidatos, pero en las elecciones generales celebradas el pasado año Feijoo, Touriño y Quintana se empeñaron en hacer un debate televisado.  En la TVG. A tres bandas. Sin que nadie se lo hubiera pedido. Para disfrutar de sus minutos de gloria en una campaña en la que eran actores secundarios (la foto es de Xoán A. Soler).

Doce meses después, cuando se van a celebrar elecciones autonómicas, con los mismos candidatos que entonces quisieron ser protagonistas, los gallegos se quedaremos sin debate. Una vez más. Y van…

…En la historia de las elecciones autonómicas solo se ha producido un cara a cara. El que mantuvieron en 1993 Fraga y Antolín Sánchez Presedo. Desde aquella cita, el león de Vilalba decidió no volver a celebrar uno. Se lo negó a los sucesivos rivales que salieron a la palestra. A Caballero, a Beiras, a Touriño y a Quintana.Todos lo consideraron en su día  una postura antidemócratica. Pero para el patrón se trataba de una cuestión de estrategia política: no tenía nada que ganar; sí podía perder, y mucho.

Esa es la clave de que ahora esté en peligro el debate a tres. Feijoo vivió una mala experiencia el pasado año. Aunque entonces (como todos) se proclamara a sí mismo ganador, no le gustó sufrir un dos contra uno. Y teme que ahora suceda lo mismo.

Por eso sigue empeñado en sus propuestas de debate a dos. Por puro interés electoral. Por el mismo interés electoral Quintana se empeña en ir a todos los cara a cara que se planteen. Y Por el mismo interés electoral Touriño favorece un único debate, a tres, y firma un tratado de no agresión con el BNG.

El problema solo es uno. Nos falta cultura política democrática. En Galicia y en España. A los ciudadanos y, sobre todo, a los políticos. Consideran que participar en un debate es una concesión, un favor, una prerrogativa, un arma más en su arsenal de campaña. Se fijan en Estados Unidos. Copian a Obama. Pero solo las formas, nunca el espíritu.  Así favorecen el desencanto y el alejamiento, cada vez mayor, de la gente con la política.