La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Hace unos días, en una cena entre amigos, una profesora universitaria muy poco sospechosa de ser afín al nacionalismo hizo su pronóstico para las elecciones. No dio cifras de escaños, ni porcentajes de votos, pero creía que el BNG iba a subir con fuerza.

Esa sensación la comparte más gente situada fuera de la órbita de influencia electoral del partido nacionalista. Aún no ha sido refrendada por los datos de las últimas encuestas, que apuntan a una consolidación del escenario actual.

La cuestión es crucial. ¿Le ha servido estar en el Gobierno al BNG para romper las barreras (algunas autoimpuestas) que constreñían su espacio  electoral? El probable coordinador de la campaña de la formación, Roberto Mera, así lo cree. Y tiene motivos para estar contento. El diagnóstico es claro: menos rechazos natos, más votos eventuales. Al fin y al cabo son los que deciden quién gobierna.

Si se confirma este cambio cuando hablen las urnas, el 1 de marzo, estará empezando a conformarse un nuevo escenario en la política gallega: los tres partidos podrán aspirar en el futuro a ganar las elecciones.