La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Terminó el congreso a la búlgara que ha celebrado el PSOE. Sin disidencia y alternativas, el cónclave se convirtió en una fiesta –bastante aburrida, según cuenta Gonzalo Bareño- destinada a glorificar a Zapatero y a José Blanco y, sobre todo, a contentar con una buena ración de doctrina y guiños izquierdistas a la militancia socialista, un poco decepcionada por el poco peso político del partido en el actual Gobierno.

Quizá la noticia más relevante sea el ascenso de Leire Pajín (en la foto felicita de forma cariñosa al gran jefe). Se dice que el nombramiento estaba decidido antes del congreso del PP. De cualquier manera supone una reacción a las últimas maniobras de Rajoy. Quizá dé igual que lo sea. La entrada de la  joven y veterana política en la cúpula de poder socialista permite reproducir un esquema de funcionamiento olvidado desde la época González-Guerra. Y la posiciona bien de cara a arbitrar una futura sucesión.