La Voz de Galicia
Sobre lo ambientalmente correcto, lo sostenible e insostenible y otras inquietudes acerca del estado del planeta Tierra
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Durante las últimas semanas no dejan de llegar noticias desalentadoras sobre el estado de nuestras rías gallegas: que si los problemas de contaminación de las asociadas a los mayores núcleos urbanos, que si la aparación de especies invasivas, que si el repunte de furtivismo… hasta el lamentable suceso del presunto sabotaje con el vertido intencionado de queroseno en la ría del Burgo cuando estaba a punto de levantarse la veda para el marisqueo.

La imagen natural de Galicia está estrechamente asociada a sus dieciocho Rías: dos en la Mariña lucense (Ribadeo y Foz), las cuatro “Altas” (Viveiro, Barqueiro, Ortigueira y Cedeira), tres en el Golfo ártabro (Ferrol, Ares-Betanzos, y A Coruña), cuatro en Costa da Morte (Corme-Laxe, Camariñas, Lires y Corcubión) y las cinco “Baixas” (Muros-Noya, Arousa, Pontevedra, Aldán, Vigo, y Bayona). Se trata de un variado conjunto de ecosistemas litorales que configuran un frente costero realmente original y único en el mundo. Y además de esto, no haría falta recordarlo, las derivaciones de la corriente del Golfo hacia las costas gallegas provoca un fenómeno de afloramiento de aguas profundas que permite generar una extraordinaria riqueza biológica.

Pero nuestras rías no sólo son un “patrimonio natural” de valor incalculable. Son el soporte de buena parte de nuestra actividad económica (pesca, acuicultura, marisqueo, turismo, etc.) y en sus riberas se alberga ya más de la mitad de la población de Galicia.  

Si en Galicia hemos sido capaces de abordar la ordenación del litoral con la aprobación del “Plan de Ordenación del Litoral” a comienzos de presente año 2011 -que se dirige, principalmente, a la protección de la parte terrestre de nuestra costa- no debe olvidarse que tan importante es la defensa de nuestros espacios marinos. Y en este empeño se están dando pasos importantes a nivel institucional: desde la aprobación en España de la Ley 41/2010 de Protección del Medio Ambiente Marino –que obliga a elaborar “estrategias marinas” con el objetivo de lograr un buen estado medioambiental del medio marino para el 2020-  hasta la aprobación en Galicia de la Ley 9/2010 de Aguas en la que, además de otros contenidos, se dedica un apartado especial a la “protección de la calidad de las aguas de las rías de Galicia”, pasando por la reciente elaboración del nuevo Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica de Galicia-Costa.

Somos conscientes de que las normas jurídicas no bastan para resolver los problemas. Desde luego que es preciso exigir a las Administraciones Públicas competentes para que las apliquen y, en su caso, pedir a la justicia que actúe con eficacia y rapidez. Pero está claro que, sin una arraigada conciencia social en la tarea de salvaguardia de nuestras rías los avances serán muy limitados.

Cuando por motivo de la crisis económica se avecinan drasticos recortes presupuestarios, no dejemos de defender la calidad de nuestro entorno vital que no es un lujo de sociedades avanzadas sino, simplemente, el soporte de nuestra subsistencia.