La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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(Este post va en dos partes para no hacerse interminable)

Dentro de los fervorosos comentarios dejados en el post del concierto de Wilco en Santiago hubo uno que sacaba a flote, de refilón, un tema que despierta no pocas dudas a este lado del teclado. Las líneas las firma una persona bajo el nick de Incondicional y en ellas reprocha que se han señalado “obviedades” respecto a las referencias apuntadas en algunas canciones del grupo. Según su argumentación, emplear el adjetivo krautrockiano para referirse a la canción Spiders o incitar a los fans de Wilco para que investiguen en la última etapa de Pavement por la cierta similitud de su sonido están de más. No por equivocadas, sino porque “a estas alturas de la película suenan un poco a obviedad” y que huelen “un poquito copypaste”. De modo irónico, solicita contención informativa en el futuro: “Espero que si de milagro vemos algún día a Animal Collective por estos lares no te dé por hablar de los Beach Boys, por favor”.

Curioso. Este reproche llega apenas días después de una llamada de atención en sentido contrario. En esta ocasión fue de palabra y motivada por una serie de críticas breves de discos publicadas en el suplemento Fugas de La Voz del viernes pasado. Se trataba, entre otros, de los últimos discos de Camera Obscura, The Pains Of Being Pure At Heart, Klaus & Kinski y Pal. La persona que se quejaba, un lector habitual de La Voz, decía que algunas de ellas no se había enterado de nada, que parecían textos pensados para personas que ya conocían a los grupos de antemano y que era incapaz de hacerse una idea tras leerlas de a qué sonaba cada cosa. Por cierto, antes de que nadie se haga una idea equivocada, esto venía desde una persona con más de 2.000 discos poblando las estanterías de su salón y una amplia cultura musical.

Probablemente, lo que solicita la queja del segundo lector a Incondicional le parezca una «obviedad». Algo así como que se precise que Camera Obscura es un sexteto de Glasgow que picotea en el sonido de la Tamla Motown, el pop independiente de grupos como The Sundays y cierto toque folk de aires sesenteros,… pues le resultaría totalmente innecesario. También el que se resalte el uso de orquestaciones embellecedoras, el sumo cuidado con el que se hacen los arreglos y la apocada voz de Tracyanne Campbell, la cantante del grupo. Y ya no digamos el explicar la relación inicial del grupo con Belle & Sebastian que tantos paralelismos sonoros generó o la importancia de un sello discográfico como 4AD, en el que acaban de aterrizar, y que ha sido cuna de bandas como Pixies, Cocteau Twins o Belly, clásicos básicos del indie de los ochenta y los noventa.

A cualquiera que haya seguido la trayectoria de los escoceses en la prensa musical es probable que todo esto le sobre, seguramente. Sin embargo a la persona que ojee el Fugas sin controlar mucho, le servirá de gran ayuda apuntes como los señalados para poderse formar una idea sobre Camera Obscura, un grupo cuyas canciones no salen en los telediarios cuando editan un disco, ni que escucha todo el mundo en pubs, ni nada parecido. Dicho de otro modo: el 95% de las potenciales lectores de esas críticas no saben nada de Camera Obscura. Por tanto, las muletillas para situarlos en el mapa sonoro son, si no imprescindibles, sí recomendables para que se produzca el flujo informativo. Y, señores, cuando un lector dice “no me he enterado de nada” significa una cosa: el periodista ha fallado, no hay vuelta de hoja. Sus conocimientos han servido para embarullar, en vez de aclarar.

En ocasiones así no queda más remedio que entonar el mea culpa y a aplicarse el cuento en el futuro.

(Continúa en el siguiente post)…