La Voz de Galicia
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Que de repente se cambia un Gobierno sin que nadie acierte a desvelar las claves ocultas de la masacre.

Que el verano está pasando desnudo de sol y vestido de un miedo que embrida el deseo y contiene la pulsión vacacional de tinto de verano y calimocho.

Que la dócil y sometida gente cubana explota en algaradas pidiendo «Patria y Vida» porque la Patria es de todos y la vida de los de siempre.

Que hay ballenas en el Mediterráneo, Orcas en Finisterre, jabalíes en el patio y cigüeñas que se olvidan de ir a buscar niños  y delegan su función quedándose a pastar en los prados. Gaviotas en los contenedores y plástico en el mar.

Que los tomates no huelen, los pimientos no pican y el pan cristaliza apresuradamente en adoquín sin tiempo para llegar al bocadillo de la cena.

Que todo viene en chino y cada vez vienen más chinos a vendernos mecheros y complementos con Led. Que los manteros ilegales rescatan ciudadanos mientras los ciudadanos legales distraen la mirada en el móvil.

Que los sexos se atomizan en decenas de sexos a la carta que la mayoría no entienden porque está escrita en esperanto.

Que los niños se suicidan, los viejos se deprimen,  los jóvenes se angustian por nada y hay una manada de maduros que van por el ocio nocturno sin cencerro y con efectos especiales.

Que hay más mascotas que niños y niños que son mas mascotas que niños.

Que las relaciones se establecen en los escaparates de Instagran exponiendo los cuerpos de fotosop como en un barrio rojo de plasma ,mentira y frustración si te pasas con los filtros o no recibes los «likes» anhelados.

Que finalizó el imperio de lo efímero que describía Lipovestky y se instaló el imperio de lo eterno dónde la vida, los errores, los pecados y las vanidades, se quedan pegados para siempre en una nube de terabites que siempre amenaza tormentas de represalias.

Que la juventud y la paridad vencida a favor de las mujeres son los valores que cotizan más altos a la hora de vender gobiernos sin otra condición que despreciar la experiencia y la excelencia eunuca.

Que los juegos olímpicos empiezan en Japón sin público ni ganas, que no se cómo va el Tour porque no oigo sus hazañas en los bares despoblados y que los astros futboleros tientan sus fortunas en bitcoins.

Que cada vez hay más gente que se baja los pantalones sin quitarse la mascarilla y compran jamón empaquetado por Internet.

Que estamos día y noche conectados con todo y desconectados de nosotros mismos.

Que todo está «raaroo, raaroo, raaroo» y no sabemos qué hacer…

¿ Macarrones?