La Voz de Galicia
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El asco es  una emoción que junto al miedo, la ira, la alegría y la tristeza conforma el catálogo básico de las emociones humanas,  en gallego se denomina «noxo» y es más polisémico.

El asco es un respuesta cerebral que cumple una función defensiva frente a cosas que pueden ser peligrosas; los alimentos que nos dan asco obedecen a experiencias  que en el trascurso de la evolución se han ido registrando en el cerebro para alejarnos de posibles intoxicaciones.

Pero el asco se ha extendido hacia muchas cosas que no tienen nada que ver con lo que ingerimos, hay personas, sitios, situaciones, ideas y conductas que dan asco.

 La literatura ha tratado mucho este asunto ,  Eduardo Blanco Amor en «O Noxo», describe la emoción nauseabunda que le produjo al protagonista rascar a  una anciana a la que hacía recados a cambio de comida.

Sartre llegó a la conclusión de que la vida del hombre es un vacío y que, cuando lo constata, siente una profunda sensación de Náusea.

Castellanos Moya en su novela El Asco lo utiliza para describir la emoción que le produce al protagonista regresar del exilio a su país natal de San Salvador, algo parecido a lo que Thomas Bernhard describe con respecto a Salzburgo.

Hace unos días un amigo me contó que en un pueblo costero de Coruña vivía un hombre mayor muy querido por todos que -sin saber nadie porqué- hacía tiempo que no se le veía. Todos lo dieron por muerto hasta que un día se lo encontró un amigo y le soltó un efusivo: «Coño, Tomás, canto me alegro de verte, !pensei que estabas morto carallo!».

A lo que el difunto contestó: «Cala, cala que todo o mundo díme o mesmo e xa me está dando noxo estar vivo».

O noxo.