Orto (Abegondo). Sábado 8 de febrero. Buen día , al menos en la mitad norte de Galicia. Land Rover y al monte, a conocer el castro de Orto, en el municipio coruñés de Abegondo y muy cercano al embalse de Cecebre. El mapa 1:25000 del Instituto Geográfico Nacional es bastante más útil que el GPS y Google Earth, que solo valen para una aproximación inicial. Al fin me aventuro por una estrecha pista que remata a los 200 metros. Esto parece la Luna. No solo por el paisaje físico, que también, sino porque seguro que la casa que hay allí arriba tiene sus permisos en regla, pero ,¿quién se los dio? ¿Cómo es posible levantar una vivienda en un castro y aquí no pasa nada? Porque tampoco la construcción tiene un centenar de años, sino que es reciente.
Ahí hay que parar el Land Rover y mirar a la derecha. Un enorme tajo a lo bestia hecho en la muralla deja paso al coche -que por supuesto ahí se queda- y a camionetas y tractores que han hecho una auténtica salvajada en la croa, en la parte superior, dentro de las murallas. Ahí no queda nada, ni viviendas ni nada, porque se extrajo arcilla, y los muros de las casas prehistóricas fueron reducidos a… ¡grava!
Tenía razón Manolo Rivas, el escritor, cuando hace una veintena de años decía en un programa de televisión que Galicia era un país que llevaba un siglo suicidándose y aún no lo había conseguido. En Orto ha dado un paso adelante.
