Red Natura del río Tambre. Lo siento por mis amigas Carmen y Txon, pero Verín no me gusta. se ha intentado, cierto es, recuperar lo que llaman con demasiada generosidad estética el centro histórico, pero el salvajismo constructor dejó arrasada la villa. Nadie tiene ni el más mínimo motivo para parar en ella. Cierto es que los alrededores, sobre todo hacia el norte, son magníficos, dominados por el precioso valle del río Támega. Y desde luego toda la comarca es un pequeño paraíso para los arqueólogos.
En estos momentos están en marcha unas discutidas obras en su patrimonio más emblemático: el castillo de Monterrei, la mejor fortaleza amurallada de Galicia, donde se imprimió el primer libro de la comunidad. No entro en el debate público-privado, que eso ya corresponde al sentir de cada cual y no está este blog para eso, pero sí veo con asombro cómo se van a dilapidar dineros públicos: el castillo se está adulterando profundamente (algunos dicen destruyendo) para cobijar en él un a todas luces irrentable parador de 12 habitaciones, cuando a 200 metros justo abre sus puertas otro parador que sólo abre en el estío y ahora, en el Carnaval, porque el resto del año no entra allí un alma.
En fin, no digo nada nuevo. Sólo justifico la foto, tomada este verano pasado y que estaba clasificando -junto con otro millar más- en estos días en que se trabaja a medio gas. Está hecha desde dentro de la fortaleza, con Verín al fondo, en el valle. ¿La podría hacer hoy en día? Pues no lo sé, sinceramente. Y eso me preocupa porque me preocupa el turismo como sector generador de una economía más sana.