La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Castro de Borneiro. El sábado por la tarde di una charla en Cabana de Bergantiños. Me había liado Pedro Tasende, ex compañero en tareas informativas de La Voz de Galicia y ahora al frente de una empresa que apuesta por promover el turismo sostenible. El hombre pretendió que hablase yo de eso, de turismo sostenible, y lo hice pero no sé si con mucho o poco acierto, porque uno a estas edades ya no es tan bobo como para creerse los aplausos finales. Pero en fin, hice lo que pude.

Ello viene a cuento porque tras comer en Baio aproveché para llegarme a correr al castro de Borneiro, y me quedé tan gratamente impresionado que he vuelto ahora antes de que zurre la lluvia. Tengo que estar en el periódico a muy primera hora de la tarde y desde mi refugio de la Red Natura del río Tambre ha madrugado (las 7.10 no son horas decentes para un periodista, excepto que aún no se haya ido a cama) y he arrancado con tiempo para hacer unos cuantos kilómetros y admirar el castro.

Lo único cutre es el aparcamiento y la toma de aguas (o lo que sea) que han construido -deleznable cemento puro- ante el primero de los molinos restaurados. Buena señalización en la carretera que va de Baio a Laxe/Ponteceso y brilla por su ausencia en el único cruce del sendero que conduce a la aldea prehistórica (procede ir a la derecha, no a la izquierda). Son 5 minutos justos caminando, así que apto para cualquiera.

La aldea prehistórica se encuentra en excelente estado, muy limpia, con sus casas excavadas y curiosos (no agresivos visualmente, pero con demasiada influencia de Asterix y Obelix) letreros advirtiendo que no hay que brincar por los muros adelante. Otra buena idea para convertir el paraje en idílico fue colocar los paneles explicativos en el aparcamiento, no en medio de ese verde que todo lo llena incluso en un día gris como hoy.

No parece que vaya a llover el fin de semana, así que ir allí puede constituir una buena opción. Sobre todo para los amigos de caminar, puesto que desde el castro, y acabando en él, parte una ruta de 10 kilómetros, señalizada, con muy intersantes puntos de interés (Miradoiro da Fernandiña, Cruceiro do Sacramento, iglesia de San Xoán…). No he tenido tiempo para hacerla, claro está, pero lo poco que he caminado me ha dado muy buena impresión. Si alguien la recorrió entera, agradezco un comentario y que comparta la información y sus impresiones. En cualquier caso, han publicado un tríptico gratis muy útil titulado «Ruta arqueolóxica por Borneiro», en gallego y castellano. Lo tienen en la Casa do Concello, y, en esencia, puede bajarse de Internet. Mejor ir con él en el bolsillo.