La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
Seleccionar página

Lluvia de junio

Aniceto es que te miro y veo un abismo, dice Marcos Fuenterrabía.
-Cómo pudiste liarte con mi hermana. Tu mujer y mi hermana. ¿No sé adónde quieres ir?
Y el bueno y malo de Aniceto,un hombre sin sombra, contesta:
-A mí siempre me gustó tentar a los acantilados. Que quieres que te diga, chico.
En Arrakeen cae una lluvia a destiempo de junio. Como si el verano nunca fuese a llegar.… Seguir leyendo

Marcos en Arrakeen

A veces Arrakeen parece un alimento. La ciudad está tan hermosa que parece comestible. La miras desde lo alto de las afueras y es como un plato bien servido. Hay ciudades que están ahí para ser devoradas. Como la vida, cuando viene con guirnaldas. Marcos Fuenterrabía subió a la falda del monte para mirar como tiemblan las luces de Arrakeen en la noche, como la avenida que la cruza parece el tronco de un árbol de navidad, con sus adornos luminosos a los lados. Marcos Fuenterrabía piensa que ojalá estuviese allá arriba Skitty junto a él. Para no dejar nunca de abrazarla. Ese junco hermoso que se dobla pero que nunca rompe. Esa niña que corría en su bicicleta junto al mar. Corría más que el viento. Nunca hay que perder el apetito de vivir. Apetito es la palabra clave.… Seguir leyendo

¿Y lo sólido?

Marcos Fuenterrabia sale del trabajo y le dice a su amigo que vivir debería ser como escribir a veces: arrojando las palabras como se corre por un acantilado.
Su amigo le contesta: ese es el problema, todo se ha vuelto tan fugaz como una lluvia de estrellas. … Seguir leyendo

Estrellas fugaces en Arrakeen

Las estrellas fugaces lagrimeaban en el cielo nocturno de Arrakeen. Tizas en el encerado de la noche. Y Marcos Fuenterrabia estaba cansado de estar cansado. Sin ganas de atrapar deseos. ¿Se atrapan los deseos o se piden? Harto de pensar que el clima iba a cambiar. Hace tiempo que rumiaba que las olas se mueren siempre contra las playas. Como a veces las ballenas. Y entonces escuchaba a su amigo el atleta de las medias maratones:
–La gente no cambia. Dice que cambia, pero no lo hace. No es mala fe. Es que no se puede. Nos parecemos sospechosamente a cómo éramos de niños. El que se levantaba gandul cuando se medía en el metro pegado en la pared azul, se levanta gandul.
Marcos Fuenterrabia quería rebatirle:
–Y la ¿evolución? Hemos ido mejorando.
Pero el atleta de las medias maratones comentó:
–Mejoran las máquinas. Los aparatos. Nosotros seguimos en nuestra … Seguir leyendo

La caída es el inicio

Estaban en sus sitios todos los disparadores de anclas. Mirando al horizonte como cazadores. El día no arrancaba en Arrakenn. Como tantas otras veces. Como un coche gripado. Desde que empezaron las tormentas blancas había poco que hacer, si acaso pensar que la desdicha era una forma de soledad.
Marcos Fuenterrabía leía que el vacío es el momento de la creación. Que la acumulación no sirve de nada. Que la caída era el inicio.
-Eso es lo que quieren que escuchemos ahora, decía Torrente Vaaestallar. Nos quieren asumiendo el desastre. Felices en la derrota.
Los dos pensaban en antes de las tormentas blancas. En los días felices en los que las sonrisas tenían premio.
-Tenemos una edad, contestaba Marcos Fuenterrabía.… Seguir leyendo

Di Mario habla

Di Mario está junto a Renzo y le comenta:
-El otro día escuche esta frase y me dije tengo que repetírsela a Renzo: La mala suerte o te destruye o te hacer ser el hombre o la mujer que realmente eres.
Están los dos en un café con el humo de las tazas que se eleva hacia el techo blanco.
Renzo le escucha. Deja de mirarlo y le contesta:
-Cada día trae un viento distinto.
Afuera llueve sin tregua.… Seguir leyendo