Bielsa no se muerde la lengua. Bielsa es todo un personaje. Su forma de trabajar, obsesiva, se funde con su forma de ser. Si no fuese argentino, tenía que haber sido argentino. La charla que se ha filtrado (¿hay algo que no se filtra con un determinado interés?) es de diván de psicoanálisis. Y Bielsa como doctor Carl Jung está brillante. Les da duro a los jugadores por perder las finales. y les habla de sentimientos, del pueblo al que defraudaron. Se luce con el lenguaje y con esa expresión que tan bien define el mundo del fútbol como espectáculo en el que estamos. Son unos millonarios prematuros, les dice. Pero Bielsa debe saber que no solo los jugadores pierden las finales, también lo hace el técnico. Y la final que tenían más a tiro era la europea contra el Atlético de Madrid. Ahí les faltó de todo. Y claro enfrente tenían a ese cazador de goles que es Falcao, el hombre de la puntería brutal en los partidos decisivos. Después fue el Barcelona, con su sinfonía de pases, y el listón estaba ya alto. Tal vez pudieron hacer más y combinar mejor, pero su final era la del Atlético de Madrid. Jamás entraron en aquel partido, y eso les pesó también contra el Barcelona. Ahora son públicas sus palabras, y el daño ya está hecho. Y por las heridas se sangra.
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