La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
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Una casa, en las afueras de la ciudad de Arrakeen. A primera hora ya saluda el guante blanco de la helada. Pero ahora es mediodía y un sol otoñal colorea el salón de la casa. Entra una mujer con sus dos hijas pequeñas.
Una de ellas le dice radiante:
-Mamá, vamos a aprender a leer. Hoy nos enseñaron la letra p. Es mi favorita, porque es la de papá y pelota, las dos cosas que más me gustan.
Y se pone a escribir la p, una y otra vez, en una hoja.
La madre se ríe. Y la otra niña le dice:
-La mía es la letra de mamá.
Le pregunta la madre:
-Y ¿cuál es?
-No lo sé, pero la de mamá es la que me gusta.
La madre se emociona. Abraza a las dos pequeñas y les dice:
-Os van a gustar todas las letras. Yo las uso todas para poder deciros que os quiero de todas las maneras posibles.
Hay instantes, ráfagas de magia, que valen una eternidad. Los niños hacen malabarismos con las letras, algo que los adulterados adultos hemos olvidado o perdido.