La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
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Otra vez el dolor que no se comprende. La fragilidad. La cadena que salta eslabones, que rompe por dónde no se entiende. 22 niños belgas pierden la vida en un túnel. Volvían de la felicidad blanca de la nieve. De las vacaciones. Un accidente. Los padres que pasarán por las cinco etapas del duelo. Están en la negación. No, no y no. En la pregunta: ¿Por qué él? En la respuesta natural de un padre que se queda sin hijo: ¿Por qué no yo? Y, en seguida, llegará la ira, su tempestad. Dicen que el autobús cumplía las condiciones de seguridad. Los dos conductores también murieron. Se habla de la posibilidad de la velocidad. Chocó contra el muro del túnel suizo. La parte delantera del autocar, un amasijo de hierros. Bélgica, conmocionada. Europa, conmocionada. ¿Cómo te enfrentas a algo así? ¿A esa llamada de teléfono? Un equipo de psicólogos ya trabaja en la zona. Hay niños heridos graves. Los padres que saben que sus hijos están vivos se sienten aliviados, pero para otros es terrible. Están allí, esperan sentados, sin saber mucho, dijo al conocerse la noticia un portavoz de la escuela situada en el centro de Bélgica. Los padres, anulados por una noticia, por una lotería, en un túnel.