La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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Foto de pocktemojoEsto es lo que me solicita muy amablemente un lector de este Blog y como es una espinita que tengo clavada, la de hablar sobre la sucinta entrada y salida del iPhone en mi vida, ahí paso a comentar algunos hitos que no cuajaron el equipo como definitivo para mí.

El primer detalle que me hizo elevar mi ceja derecha fue la gestión de contactos. Mea culpa por estar tan viciado y enganchado a una aplicación antigua, y sencilla a la vez, como es el Agendus Pro para Palm OS. El hecho de poder enlazar una tarea o una cita a un contacto por ejemplo lo eché terriblemente de menos cuando utilicé el iPhone de Apple, aquel de 4Gb que hoy ya no encontraréis en ningún sitio (ahora sólo 8 o 16 Gb de capacidad).

Después lo que no logré entender fue el hecho de que los adjuntos que me llegaban con el correo electrónico no fuesen utilizables. Por ejemplo, que me llegaba una hoja de cálculo sobre la que yo tenía que contestar… pues nada, no podía hacerlo con el iPhone y debía esperar a tener un ordenador delante de los «de verdad». Lo mismo con presentaciones, muchas se quedaban sin ser vistas, y eso a los pocos días se fue haciendo una de las piedras más grandes dentro del zapato, molestaba mucho.

La gestión interna de archivos en general me ha resultado complicada con el iPhone, entiendo sin menospreciar a los amigos yankis que ellos no necesitan eso, que sólo quieren un terminal bonito, sólido y con una pantalla espectacular; sin embargo cuando tu intención es sustituir un todoterreno como una Palm TX o un Palm Treo, una BlackBerry o un Communicator de Nokia, el listón está muy alto y no puedes cegarte ante la multimedia sin preocuparte de la parte más «empresarial».

Seguro que en los últimos tiempos habéis oído hablar de los grandes desarrollos que surgirán con el Kit de Desarrollo de Software para profesionales… pues ahí es donde espero que el iPhone se haga grande, crezca y vuelva a mí convertido en todo un equipo absoluto y único.

Estos cuatro ejes de correo, archivos y documentos, además de las gestión PIM (gestión de información personal o Personal Information Management) fueron los que hicieron que pensase en el abandono del iPhone en favor del iPod Touch que ahora luce orgulloso en mi mesita de noche; es que me he quedado con todo lo mejor del iPhone y me he deshecho de lo peor. Tengo la navegación soberbia de Safari en el iPod Touch, la música y videos a todas horas con una calidad muy aceptable y hasta me llevo una fantástica colección de fotografías conmigo. En definitiva, multimedia a tope y abandono de la parte profesional en favor de equipos más pensados para ello como el Nokia E90 o el Treo 680 y 500v que lo respaldan.

Esta entrada, que intenta dar respuesta a la petición de detalles sobre el incumplimiento de expectativas del iPhone que dejaba ver en la anterior, no es una verdad absoluta, incluso puede que no sea mi verdad absoluta y que me haya dejado en el tintero un montón de cuestiones, pero desde luego la realidad es que el iPhone se ha ido dejando un buen sabor de boca que mantengo con el iPod Touch, al que sólo le pediría unos altavoces para disfrutar de la música en momentos de soledad donde los auriculares no tienen tanto sentido.

Un saludo

David Serantes

Foto de Pocketmojo