En los tiempos en los que nos movemos, de alta velocidad en las comunicaciones, informaciones y acceso a la información, la fama es efímera, se desvanece pronto para los deportistas por ejemplo.

Yo no soy seguidor de la Fórmula 1, pero aún así sé quién es Fernando Alonso, que va cambiando de empresa año tras año, haciendo bolsa en cada «traspaso» y saliendo en las revistas que hay en las peluquerías y de vez en cuando también en mi casa y no dudo en hojear mirando las fotos.

Pero el caso es que este año parece que al muchacho de Asturias no le está yendo bien, ya se oyen comentarios en alguna emisora radiofónica, durante el tiempo para los deportes, sobre su cercana caída en el olvido, que este año no tiene nada que hacer etc.

En la foto de esta entrada podéis ver al tal Alonso con un móvil en la mano y con el índice extendido de su mano derecha. Claro, se trata de un iPhone de Apple, el teléfono táctil que se maneja con un dedo, es fácil de utilizar y está de moda, incluso puede que esté más de moda que Fernando Alonso; así es la fama, efímera.

El iPhone, sin embargo, parece que viene para quedarse, lo veréis en muy breve cuando salgan a la luz los cientos de aplicaciones que los desarrolladores de Software van a tener posibilidad de adaptar a la máquina más llamativa de Apple en estos momentos.

Veremos a quién le dura más la fama, si al teléfono o al telefonista.

Saludos

David Serantes