La Voz de Galicia
Serantes
Tecnología y productividad en movilidad
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PlanificaciónEstoy cayendo en un error de principiante en el ámbito laboral; estoy cayendo en una profunda obsesión por la planificación.

Estos últimos meses estoy trabajando más tiempo que haces unos meses, estoy trabajando más intensamente, más concentrado, pero sigo teniendo la sensación, espero que sólo sea eso, de no obtener tantos «productos» como debería.

Para solventar la situación, he buscado entre las habilidades de consultor que durante más de 7 años estuve ejercitando y me ha parecido que la exigente planificación de las tareas sería la solución para tener las cosas hechas, bien hechas, en plazo y tiempo. Ahora reconozco que estoy errado (herrado no, e-rra-do) y que lo único que he hecho es pensar que la solución de «Planificar» era la absoluta, pero se me ha quedado en el olvido lo más importante, una vez más, la gestión del tiempo; no me refiero a la gestión absoluta del tiempo, sino a la gestión del tiempo entre tareas.

Estoy permitiendo que muchas interrupciones se cuelen entre mis tareas, sean estas las que sean: escribir, pensar, hablar por teléfono, la que sea… entre todas ellas se cuelan interrupciones en forma de llamada por otra línea, correo que llega, conversación que surge, cuestión que me viene a la cabeza, todos los típicos ladrones del tiempo se hacen fuertes y engordan el tiempo dedicado a la tarea propiamente dicha.

El ejemplo más visual que he leído sobre este fenómeno de alargamiento del tiempo de las tareas o lo que es lo mismo la disminución de tu tiempo útil es el de la cuerda del mago.

Si cortas una cuerda de mago con una tijera en tres sitios diferentes a lo largo de la misma tendrás cuatro trozos de cuerda de mago; si más tarde quieres unir estos trozos entre sí, tendrás que hacer tres nudos en la cuerda y como resultado tendrás la misma cuerda pero mucho más corta en longitud.

Eso es lo que sucede con el tiempo que tienes para las tareas, que cada corte que recibe hace que tengas que anudar de nuevo al volver a tomar la tarea, tienes que ver dónde habías dejado el tema, cómo lo vas a reanudar, hacerte todo el planteamiento que ya habías hecho con anterioridad y por fin: seguir haciendo la tarea, pero el tiempo que tenías al inicio para esa tarea ya no es el mismo…

Me he olvidado de las tareas y de los cortes de la cuerda y en esta ocasión no me han ayudado las tecnologías. Si te planteas mal cuestiones como éstas, de base, da igual que tengas un Palm Treo, un iPhone, o un HTC Athena, que no vas a llegar a buen puerto.

Este post es de autocastigo y reflexión, personal pero transferible. Espero que os sirva para caer menos veces en la permisividad de los ladrones de tiempo que siempre vienen con tijeras contra tu cuerda de mago.

Saludos

David Serantes

P.D. Si eres un buen mago no te hace falta hacer nudos y puedes tener la cuerda entera de nuevo, con la misma longitud que la inicial; yo no conozco a ningún buen mago, pero puede que los haya…